El deporte ha sido una de las grandes víctimas del coronavirus. La pandemia ha puesto contra las cuerdas a los clubes y las entidades deportivas de Barcelona. Los cierres constantes de las instalaciones y el parón de la actividad (competiciones y extraescolares) han provocado una importante caída de ingresos en las empresas del sector. En Cataluña, un 28% están inmersas en concursos de acreedores.
El descenso de abonados llega, en algunos casos, al 50% en algunos centros de la ciudad. La crisis afecta por igual a clubes importantes de Barcelona, como el Club Natació Barcelona, a entidades escolares, como el Club Bàsquet Palcam, y a los gimnasios, ya sean grandes cadenas, de barrio o especializados en deportes de contacto.
DAVID ESCUDÉ, CONCEJAL DE DEPORTES DE BARCELONA
David Escudé es el concejal de Deportes del Ayuntamiento de Barcelona. Escudé explica que la pandemia ha comportado una pérdida de socios o abonados en los clubes y gimnasios municipales de Barcelona que oscila entre el 35 y el 50%. "Si cierran los centros cada mes y medio, las personas se acaban dando de baja y piensan que ya se volverán a dar de alta cuando se recupere la normalidad. Se ha marcado al deporte como una actividad peligrosa y esto ha tenido unas consecuencias", asegura el edil socialista.
Escudé retrata una situación "complicada y preocupante" de los clubes y entidades deportivas. El principal inconveniente han sido los sucesivos parones de la actividad. A la bajada de abonados, hay que sumar las dificultades por mantener federados a los niños y la reducción considerable de actividades extraescolares, muchas de ellas deportivas, que ha llevado a muchas familias a no inscribir a sus hijos o a borrarlos. Para el edil, los clubes y gimnasios son espacios seguros: "Se cumple con las medidas decretadas por las autoridades sanitarias".
La esperanza del sector deportivo está puesta en la vacunación con el objetivo de que después del verano se pueda empezar a recuperar la actividad a nivel más general. Barcelona, por ejemplo, es una ciudad en la que se celebran decenas de carreras populares. La mayoría de ellas se han suspendido y las que se han celebrado lo han hecho con una participación reducida, como en la Cursa de la Mercè, o en formatos virtuales. "Intentaremos hacer un nuevo calendario más intensivo", insiste Escudé. El concejal da por hecho que la media maratón y la Marató de Barcelona, que se aplazaron al otoño, se podrán correr: "Los atletas ya se pueden ir preparando. No creo que haya problema".
GERARD ESTEVA, PRESIDENTE DE LA UFEC
El presidente de la Unió de Federacions Esportives de Catalunya (UFEC), Gerard Esteva, retrata una preocupante situación de los clubes y entidades deportivas en Cataluña y Barcelona. Asegura que, en la capital, la caída de abonados se sitúa, tanto en el ámbito público como en el privado, en el 50%, mientras que en todo el territorio catalán la pérdida de ingresos por los cierres puede rondar los 1.100 y 1.200 millones de euros.
"La afectación en la tesorería ha sido tremenda. La crisis es muy importante en muchos clubes", explica Esteva. La situación es más grave en las empresas, como sociedades limitadas, que en entidades sin ánimo de lucro, porque parte del personal está formado por voluntarios. Esteva estima que entre un 25 y un 30% de empresas deportivas pueden cerrar.
El Ayuntamiento de Barcelona fue la primera administración pública en designar ayudas directas. Entre otras medidas, el área que dirige Escudé puso en marcha una subvención extraordinaria de tres millones de euros destinada a los clubes y entidades deportivas de la ciudad como plan de choque contra la pandemia.
Esteva cree que la recuperación de los clubes deportivos será lenta: "No se volverá a los niveles de 2019 hasta 2023 o 2024. Lo más importante ahora es que la normalidad en la que se ha entrado sea definitiva y se dé tranquilidad a la población". Hace meses, la UFEC pidió que el deporte fuera considerado un servicio esencial. Escudé comparte este punto de vista. "El deporte es determinante para una buena salud física y mental". El edil recuerda que durante la pandemia han aumentado de forma importante los problemas mentales en adolescentes y jóvenes" y considera que el deporte puede ser un "instrumento terapéutico".
EL CLUB NATACIÓ BARCELONA
El Club Natació Barcelona, fundado en 1907 por Bernat Picornell, es un club privado en una concesión pública-portuaria. Es una de las entidades más emblemáticas de la ciudad y vivió su época de esplendor en los años 80, cuando tuvo 12 secciones. Ahora tiene siete (natación, waterpolo, saltos, sincronizada, triatlón, vela y pelota) y uno de sus iconos es Manuel Estiarte (1979-1985), considerado el mejor waterpolista español de la historia y campeón olímpico y mundial. En 1982, el CNB se proclamó campeón de Europa.
La historia del waterpolo en España es la historia del CNB, institución pionera que también impulsó las federaciones catalana y española. En 1908 se disputó el primer partido entre algunos jugadores del CNB y los marineros de un barco escocés. “El encuentro se jugó en el mar, en un espacio delimitado con cuerdas”, explica Xosé Carlos Fernández, director general del Club Natació Barcelona. La primera sede del Barcelona fueron los Baños Orientales, aunque tres años después se trasladó a los Baños de Sant Sebastià. Las actuales instituciones están al final del paseo Joan de Borbó.
REMODELACIÓN
La crisis del coronavirus ha tenido un impacto negativo en el CNB. Ahora tiene 5.600 socios, unos mil abonados menos que hace un año. En 2007, el año del centenario, contaba con 9.000 socios. “Esta crisis nos ha dejado muchos agujeros y algunas conclusiones. El futuro del club pasa por la digitalización y la remodelación de sus instalaciones”, recalca Fernández. La renovación de los espacios del CNB costará 16 millones de euros y en la misma participará un socio inversor.
El CNB, por ejemplo, quiere recuperar la piscina interior de salto, la primera de Cataluña, y construirá una piscina exterior nueva de 33x25 metros. Fernández negocia actualmente la licencia de obras y actividad con el Ayuntamiento para modernizar un club con mucha historia y tradición, que tiene una deuda de 7,5 millones de euros, una cantidad muy parecida a la facturación anual de la entidad.
EL ATLÈTIC BARCELONETA
Muy cerca geográficamente del CNB, pero muy lejos conceptualmente, está el Club Atlètic Barceloneta. Ahora tiene 10.000 socios, 2.000 menos que a principios de 2020, y alardea de ser “el centro deportivo municipal con más socios de Barcelona”. El Barceloneta, con 15 títulos de Liga consecutivos, es el gran dominador del waterpolo masculino en España. Suma 17, uno menos que su gran rival, el Club Natació Barcelona. En 2014 ganó la Copa de Europa.
“Nosotros gestionamos una instalación pública y económicamente nos resentimos cuando no podemos cobrar las cuotas de nuestros abonados por la pandemia”, esgrime Santi Fernández, gerente del Atlètic Barceloneta. “En el futuro lucharemos contra el miedo, que ha alejado a muchas personas de las instalaciones deportivas, y contra la crisis económica”, añade Fernández.
El gerente del Barceloneta destaca las medidas preventivas que se han introducido en sus instalaciones y en otros centros deportivos. También reivindica el papel del deporte “para prevenir muchas enfermedades”. Actualmente, unos 1.500 socios acuden diariamente a las instalaciones del Atlètic Barcelona, que constan de tres piscinas descubiertas, una cubierta de 33x25 metros, una piscina interior de aprendizaje y una zona termal. A principios de 2020, unas 3.000 personas acudían cada día a las instalaciones del club.
EL BARCINO, UN HISTÓRICO DEL TENIS
El coronavirus también ha sido un problema para un club de tenis como el Barcino, situado en la zona alta de Barcelona, aunque la pérdida de abonados es muy inferior. Si a principios de 2020 tenía 2.850 socios, ahora cuenta con 2.700 y el presupuesto anual ronda los tres millones de euros.
“Los momentos más complicados fueron los primeros de la pandemia. Perdimos unos 180 socios y había muchas dudas y temores entre la gente mayor”, explica Dani Casado, codirector y director de servicios del Barcino, un club familiar de Sant Gervasi con 93 años de historia.
Sergi Bruguera, Jordi Arrese, Garbiñe Muguruza y Carla Suárez son algunos tenistas de élite que se han formado en su academia de tenis, que en 2017 inició una campaña de crowdfunding para financiar un test revolucionario importado de Estados Unidos para sus jóvenes promesas.
El Barcino tiene 11 pistas de tenis y cuatro de pádel. También tiene una piscina. Actualmente, 350 niños participan en la Escola del club, unos 50 menos que en cualquier año previo a la pandemia. Otras secciones son el hockey sobre patines, el fútbol sala, el tenis de mesa y la natación. “Nos hemos tenido que adaptar a los nuevos tiempos y hemos habilitado algunas máquinas de fitness al aire libre”, sentencia Casado.
DIR, LA MAYOR CADENA DE GIMNASIOS DE BARCELONA
La cadena de gimnasios DIR cuenta con 21 centros en Barcelona y uno en Sant Cugat del Vallès. Fuentes de Dir han declinado hacer declaraciones a Metrópoli Abierta para la elaboración de esta información. El pasado noviembre, el director general y fundador de los gimnasios Dir, Ramon Canela, aseguró que habían sufrido un 30% de bajas. El centro cuenta con cerca de 1.000 trabajadores. La mayoría estuvo con un Expediente Temporal de Regulación de Empleo (ERTE) mientras los clubes permanecían cerrados. Canela aseguraba entonces que la supervivencia era inviable si la situación se prolongaba.
En Dir, el uso de la mascarilla es obligatorio en todo momento -incluso cuando se hace deporte, con la excepción de las duchas y durante el baño en las piscinas-, y se toma la temperatura a todos los clientes antes de entrar en el gimnasio. La cadena cuenta con la certificación de Aenor y el visto bueno del Hospital Clínic de que todos los centros del grupo cumplen con todas las medidas decretadas por las autoridades sanitarias para poder abrir.
En la entrevista con la cadena municipal, Canela dijo que el grupo que encabeza estaba "totalmente desatendido" por el Ayuntamiento y que prácticamente no conocían al actual concejal de Deportes de Barcelona. El director general de Dir criticó que los centros privados paguen el 100% del IBI mientras que los municipales tienen una bonificación del 95%. El máximo responsable de la cadena barcelonesa cree que la política del Procicat (Protección Civil de Cataluña) ha sido errónea y ha generado desconfianza entre los clientes por la incertidumbre sobre los cierres.
DEPORTES DE CONTACTO
Los gimnasios especializados en deportes de contacto se han mostrado muy combativos en sus críticas a los cierres y las restricciones de la Generalitat que han complicado la supervivencia de muchos y han obligado a realizar entrenamientos en plena calle. No es el caso del KO Verdún, que dispone de unas modernas instalaciones en el campo de fútbol de la Montañesa. Actualmente cuenta con un centenar de socios.
“Cataluña es la comunidad autónoma que peor se ha portado con el deporte”, lamenta Rafa Martín, exboxeador, entrenador y propietario del KO Verdún que también organiza veladas. Éstas, durante la pandemia, se han reducido a la mínima expresión al no poder asistir aficionados a los pabellones o estadios. Cristóbal Lorente, uno de sus boxeadores, se desplazó a Pamplona para una pelea, celebrada con medidas de seguridad muy estrictas. El entrenador debía estar, como mínimo, a dos metros del ring y el médico, a tres metros. Previamente, todos habían superado una PCR.
“El deporte es salud. La gente no puede estar encerrada en sus casas porque su estado físico y mental se resiente. Todavía hay mucho miedo”, lamenta Martín.
Otro boxeador histórico es Xavi Moya, propietario del gimnasio Esport Rogent. “Nos han obligado a cerrar muchas veces, pero la gente ya está volviendo a los gimnasios”, asegura Moya, muy crítico con los cierres del pasado verano y del pasado otoño. “Los contagios son mínimos en los gimnasios de Barcelona y el riesgo de enfermedades coronarias sube sin actividad física”, añade.
CLUB DE BÀSQUET PÀLCAM
La escuela Pàlcam, situada detrás del Hospital de Sant Pau, ya en el distrito de Horta-Guinardó, tiene una larga tradición en la práctica del baloncesto. "Más de 25 años de historia", recuerda el coordinador Jaume Arija. La pandemia ha trastocado por completo el día a día de este club, con 11 equipos con jugadores que van de los 7 a los 25 y 27 años, y obligó a suspender el año pasado -y muy probablemente lo hará este año- las 12 horas de baloncesto que el centro educativo organizaba cada junio.
"Hace un par de semanas que hemos empezado a competir", explica Arija. La pasada temporada acabó con el confinamiento de marzo y los partidos no se han retomado hasta ahora. "El año pasado no hubo campeón. La federación respetó los puestos primero y segundo de cada categoría y los equipos que ocupaban estas posiciones han podido ascender".
Aunque este curso no se ha competido durante más de seis meses, los equipos de Pàlcam han seguido con los entrenamientos, pero con importantes limitaciones. "Los equipos no se pueden mezclar. Son grupos burbuja", detalla Arija. La pandemia también ha comportado un descenso de las inscripciones -esta temporada son unos 110 jugadores-, reticencias de familias y deportistas a entrenar, y un menor tiempo para prepararse como consecuencia del toque de queda.
"Hacemos entrenamientos más reducidos, de 17.00 a 21.00 horas". Otras temporadas, algunos de los equipos del Pàlcam entrenaban en otros pabellones por la noche. Pero este año, debido a las restricciones horarias por el coronavirus, no los han podido utilizar. Todos los entrenamientos se han concentrado en la propia escuela, que por suerte también dispone de pistas exteriores, una bendición para cualquier entidad deportiva de Barcelona en plena pandemia.