La sarna es una enfermedad contagiosa provocada por un ácaro que afecta exclusivamente a humanos, puede provocar una enfermedad discapacitante y está asociada a un cierto grado de mortalidad debido a sus complicaciones en países en vías de desarrollo.

Aunque existe la creencia de que es una enfermedad de la época medieval, “la sarna ha existido siempre y, contrariamente a lo que se piensa, puede afectar a cualquier persona de cualquier ámbito social", explica el jefe del Servicio de Dermatología del Hospital Universitario General de Cataluña, el doctor Antoni Campoy.

¿CÓMO SE CONTAGIA?

Se contagia de humano a humano, por contacto directo y prolongado con una persona que está infestada. El contagio es más frecuente en aquellos que conviven en familia, en instituciones geriátricas o centros de acogida.

Es posible, aunque poco habitual, el contagio por estrechar la mano, por un abrazo o por el contacto de la ropa o las sábanas. El periodo de incubación suele ser largo, puesto que desde la transmisión hasta las primeras manifestaciones pueden pasar de 2 a 6 semanas.

¿CÓMO SE MANIFIESTA?

Se manifiesta a modo de erupción cutánea con picor intenso, sobre todo por la noche y se puede presentar a cualquier edad y en cualquier estrato social. Enrojecimiento de la piel, granos, descamaciones y picazón en la piel son otros síntomas comunes de este trastorno.

El picor se intensifica por la noche –ya que es cuando la hembra pone los huevos-, y se incrementa en situaciones de calor como puede ser después de una ducha caliente. Puede abarcar prácticamente todo el cuerpo, aunque en los adultos no suele afectar a la cara y cuero cabelludo ya que estos parásitos evitan áreas con muchos folículos, a excepción de los lactantes.

¿DÓNDE SE MANIFIESTA?

Es bastante habitual su presencia en muñecas, tobillos, cara interna de los dedos de las manos, antebrazos y codos, la axila, en la areola mamaria, abdomen, genitales, alrededor del ombligo, pies, muslo, nalgas y también en el ombligo. En los niños afecta en cara, cuello, palmas de las manos y surco interglúteo.

Las manifestaciones en casi todo el cuerpo se deben a una reacción de hipersensibilidad al contenido de los surcos como es el propio ácaro, huevos, excrementos y residuos que provoca el parásito.

¿CÓMO SE TRATA?

La mayoría de los casos se curan con una crema antiparasitaria (permetrina al 5%) que se aplica durante la noche, ya que debe permanecer en la piel de 8 a 14 horas. Tras la aplicación de la crema, es frecuente que el picor tarde en desaparecer hasta cuatro semanas, aunque el ácaro se muere en 24 o 36 horas si no está en contacto con la piel.

Este proceso debe repetirse al cabo de una semana. Es importante que todos los contactos sexuales del infestado y los que convivan con él realicen el tratamiento.

Otras formas de tratar la sarna son la invermectina o con vaselina con azufre o con spinosad, un insecticida de origen natural.

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