Enric Badia junto a una de sus creaciones elaborada con pan en el mundial de Japón / CEDIDA

Enric Badia junto a una de sus creaciones elaborada con pan en el mundial de Japón / CEDIDA

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Un panadero de Barcelona, el tercero mejor del mundo en un campeonato de Japón

El joven ha conseguido el bronce en el concurso mundial celebrado en Japón

10 mayo, 2023 00:00

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Barcelona tiene al tercer mejor panadero del mundo. Sí, con tan solo 25 años, Enric Badia ha conseguido colarse en el Top 3 mundial. El joven barcelonés ha conseguido el bronce en el concurso más importante de panadería celebrado en Japón. Badia se presentó a la prueba junto a su ayudante Marta San José y su entrenador Yohan Ferrant, que fue su profesor en la Baking School Barcelona de Sabadell cuando cursaba allí un máster. 

Además, Enric trabaja en una panadería de Barcelona con más de 100 años de historia familiar, el Forn Elias. La panadería, ubicada en el número 90 de la calle Freser, quedó en manos de Jaume Elias y Eulàlia Brosa –los bisabuelos de Enric– hace más de un siglo. Con ellos empezó un negocio familiar que ahora continua con la cuarta generación y que asegura mantener el mismo amor por el oficio y el máximo compromiso en la elaboración del pan.

UN BRONCE EN JAPÓN

Badia quedó subcampeón en el 'Mondial du Pain' de Francia, lo que le permitió viajar hasta Japón para participar en el Best of Mondial du Pain 2023. Los seis primeros clasificados del concurso consiguieron automáticamente el pase para el certamen del país asiático, donde solo se enfrentaban entre ellos seis. El Mundial se celebra siempre en un país europeo. En cambio, el Best se realiza fuera del continente, con el objetivo de mostrar a otros países la especialidad.

Algunas de las creaciones que presentaron en el mundial / CEDIDAS

Algunas de las creaciones que presentaron en el mundial / CEDIDAS

El Best of Mondial du Pain 2023 estaba dividido en 12 categorías de productos, donde se valoran aspectos como el valor nutricional, decorativo o artístico, métodos determinados, entre otros. Algunas de las pruebas que tuvo que superar Enric Badia para alzarse en el pódium fue la creación de un bocadillo de restauración, de un brioche propio de España, o de una pieza artística, es decir, una escultura alimentaria.

Además, según explica Badia, él y su equipo se quedaron muy cerca del segundo clasificado, Japón. "Francia sí que se alejó más, pero Japón solamente consiguió un punto más de 500 que nosotros. Nos debió pasar por algún detalle". El panadero es consciente de la dificultad que tenía el concurso, pero había entrenado mucho para ello. Por otra parte, remarca que el certamen contaba con la dificultad añadida de que el país anfitrión había conseguido la primera posición en el concurso francés. "El objetivo era el podio, pero siempre quiero más", asegura con ambición.

Enric Badia junto a su equipo en el mundial / CEDIDA

Enric Badia junto a su equipo en el mundial / CEDIDA

EL CONCURSO

El concurso duró dos días. En la primera jornada contaban con una hora y media para la preparación de las masas. No era hasta el segundo día que no tenían que preparar todos los productos. En ocho horas, más media hora de montaje de mesas y presentación de producto, Badia tuvo que preparar todas las propuestas.

Todos los países tenían que cocinar a la vez, "al estilo Masterchef" explica el joven. En el concurso había cinco miembros del jurado, además de nutricionistas. El jurado se encargaba de pasar por las mesas de preparación durante las ocho horas para controlar que los candidatos trabajaban de manera limpia y ordenada, que no tiraban masa –es una acción que penaliza–, que los productos cumplían con los pesos marcados, etc.

Una de las piezas del concurso de las que Enric está más orgulloso es de su propuesta creativa. Según explica, los aspirantes tenían que realizar una creación que representase la evolución del oficio. Esta prueba ya la realizaron en Francia. Explica que tras en el anterior concurso, la mayoría de aspirantes crearon molinos, hornos de piedra, etc, y ellos llegaban a Japón con la intención de innovar. Badia diseñó un libro de texto abierto, y en medio situó una escalera de espiral. En cada escalón aparecía un hecho de la historia del oficio. Además, la pieza incluía una figura de un panadero subiendo por las escaleras, y que al llegar arriba, conseguía la creación del pan.

Propuesta creativa y otra de las creaciones que presentó en el mundial / CEDIDAS

Propuesta creativa y otra de las creaciones que presentó en el mundial / CEDIDAS

PROBLEMAS EN ADUANAS

Al concurso en Francia, Badia acudió en furgoneta junto a su equipo. Para viajar a Japón, lo hizo en avión, lo que supuso una dificultad añadida. Al joven le perdieron las maletas con productos y material y en la aduana le requisaron algunos de los alimentos que llevaba. "Conseguimos un permiso especial con el Departamento de Agricultura del Gobierno y con la embajada española. Todo estaba en regla, pero cuando llegamos allí nos quitaron parte del material que llevábamos para el concurso".

Badia explica que algunos de los productos que tenían planificado utilizar en el certamen eran muy difíciles de encontrar en el país asiático, como por ejemplo, el rabo de toro, por lo que tenían que llevarlo de España. Tras el problema en aduanas, tuvieron que volver a conseguir los alimentos en Japón e improvisar el día del concurso, ya que había cosas que no habían podido adquirir.

DURA PREPARACIÓN

El joven relata que vivió el concurso cansado, puesto que venía de meses muy duros de entrenamiento. Desde 2021, Badia preparaba el viaje a Japón y las largas horas de entrenamiento le había apartado de su familia y amigos. Aun así, asegura que está muy satisfecho con el trabajo. "He disfrutado muchísimo. Poder ir a Japón por tu oficio, es un sueño".

Enric Badia entrena de 8:00 de la mañana a 20:00 horas cada día. El joven explica que sus entrenamientos son muy largos, ya que hasta que no tienes el producto final no sabes si has fallado en alguna parte del proceso. Badia explica que cada prueba que realiza para practicar tiene una duración de entre cinco y seis horas. "Hay que entrenar cada prueba a la perfección. Hay que realizarlo todo dentro de los tiempos. Una vez allí, te lo juegas todo en un día". Además, explica que otra de las dificultades del concurso es que no conoces las máquinas de trabajo porque son totalmente nuevas.