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Cómo obtener vitamina D durante el invierno
Una adecuada exposición solar, una dieta equilibrada y suplementos vitamínicos contribuyen a mantener un buen estado de salud
20 febrero, 2024 23:30Noticias relacionadas
Con la llegada del invierno, los días se vuelven más cortos y la exposición al sol se reduce considerablemente, lo que puede afectar los niveles de vitamina D, necesaria para la salud ósea y el bienestar general del organismo.
El déficit de vitamina D es muy común y las causas pueden ser diversas. Desde una exposición limitada a la luz natural hasta una dieta pobre en alimentos ricos en esta vitamina, pasando por trastornos de mala absorción o el uso de ciertos medicamentos son factores que pueden contribuir a niveles bajos de vitamina D en el cuerpo.
"Cada vez son más los pacientes que llegan a la consulta con un análisis de sangre que confirma un déficit de esta vitamina liposoluble, que se absorbe mejor cuando se ingiere con un poco de grasa", aclara el doctor Cayetano Alegre, responsable asistencial del Servicio de Reumatología del Hospital El Pilar.
El sol, principal proveedor
La vitamina D desempeña un papel fundamental en el funcionamiento del organismo, en general, y concretamente es necesaria para la absorción del calcio, que es uno de los componentes más importantes de los huesos, así como para el sistema nervioso, muscular e inmunitario.
La exposición solar en áreas amplias del cuerpo (no sólo en manos o cara) es la forma más natural y efectiva de obtener vitamina D durante todo el año. Sin embargo, es importante encontrar un equilibrio, ya que la sobreexposición a los rayos solares puede tener consecuencias negativas para la piel, desde envejecimiento prematuro hasta un riesgo aumentado de cáncer de piel.
Otras fuentes
"Buscar otras fuentes para la obtención de esta vitamina es clave", afirma el doctor Alegre del Hospital El Pilar. Además de la exposición al sol (con prudencia), una dieta variada y equilibrada puede proporcionar una cantidad adecuada de vitamina D.
El especialista recomienda pescados grasos como el salmón, las sardinas y los arenques, así como aceites de hígado de pescado, yema de huevo, queso y alimentos fortificados como cereales de desayuno o bebidas de soja porque son excelentes opciones para aumentar la ingesta de esta vitamina.
Cuidado con pasarse
En casos de déficit severo, la suplementación puede ser necesaria, pero siempre bajo la supervisión de un profesional de la salud, quien determinará las dosis y la frecuencia adecuadas. "El tratamiento con vitamina D puede corregir los niveles bajos en sangre y mejorar la salud ósea", explica el doctor Cayetano Alegre, reumatólogo del Hospital El Pilar.
Es importante tener en cuenta que el exceso de vitamina D puede ser perjudicial, pudiendo causar toxicidad y efectos adversos como deterioro renal, aumento de los niveles de calcio en sangre, confusión, arritmias, náuseas y pérdida de peso, entre otros. Sin embargo, es poco probable que esto ocurra a través de la exposición solar o la dieta, destacando la importancia de mantener un equilibrio en su ingesta.