Del museo a las aulas: colegios de Barcelona acogen obras de arte y se transforman en centros culturales
El MACBA, l'Institut de Cultura y el Consorci d'Educació han impulsado en octubre de 2023 el programa Fora de Reserves, en el cual cuatro centros acogen durante un curso entero creaciones de artistas vivos de la capital catalana
25 mayo, 2024 23:30Obras de arte en las aulas, para ser entendidas y admiradas. ¿Cómo? ¿Cuántas obras de arte son dignas de ser vistas, pero no cuentan con los recursos para poder traspasar las fronteras del lugar donde se idean? Creaciones cargadas de emociones, valores, mensajes, conocimientos, reflexiones, deseosas de llegar a los ojos y a la mente de cada persona, pero que, sin embargo, se quedan en la sombra, o mejor dicho, en los almacenes de los museos.
El Ayuntamiento de Barcelona compró durante la pandemia en 2020 más de 70 obras para ayudar económicamente a artistas en la capital catalana. Las mismas se ubicaron en las reservas del Museu d'Art Contemporani de Barcelona (MACBA), hasta que l'Institut de Cultura de Barcelona, el Consorci d'Educació de Barcelona, y el MACBA decidieron sacar algunas de ellas al exterior para darles una vida.
Fora de Reserves nace como un programa innovador impulsado por estas instituciones en octubre de 2023, donde cuatro colegios acogen de forma temporal obras de artistas en activo de Barcelona. Durante todo un curso, los docentes y alumnos se convierten en gestores culturales que idearán todo tipo de acciones para visibilizar la creación al resto del barrio y conectarán con el sentido más profundo del arte contemporáneo.
La escuela como centro cultural
“Qué mejor que estas obras que nadie ha visto, que están en las reservas del museo, estén expuestas durante un curso entero en una escuela”, explica a Metrópoli Carlos Ginar, técnico de cultura y educación del Institut de cultura de Barcelona (L’ICUB). Con ello, buscan ir más allá de instalar la obra en el centro educativo. “El objetivo es poner en valor el colegio como centro cultural”, afirma. “La obra debe ser un motor para trabajar los temas, conceptos, ideas y emociones que el artista quiere reflejar”, añade.
Para ello, se llevaron a cabo sesiones de formación a los docentes y alumnos, que pasaron a llamarse grupo impulsor y son los encargados de dar a conocer la obra. “Las formaciones son sesiones que se realizan en el MACBA durante el primer trimestre y se plantean dinámicas de trabajo más participativas y creativas”, explica a este digital Judit Barnés, coordinadora del programa Fora de Reserves.
Los docentes deberán pensar que tipo de programa público se podría articular en su centro, el cual consiste en organizar actividades para un público específico y conectadas con el exterior. “Deben pensar a lo grande, no solo hacer visitas guiadas, que es una cosa muy obvia. La idea es romper con los miedos, dar seguridad, abrir miradas, salirse de lo corriente, es lo que se les propone”, recalca Barnés. Una vez finalizó la formación y se instaló la obra en el segundo trimestre, los grupos impulsores comenzaron a funcionar.
El cuerpo, el eje central de las obras
La selección de las obras instaladas en los cuatro centros siguió un proceso metodológico coordinado por diferentes departamentos del museo. “Trabajamos el equipo de colección, el de registro, conservación y educación de forma muy cercana al proyecto para unir los conocimientos necesarios para escoger la pieza que tiene mayor sentido y va a estar en un contexto expositivo adecuado”, explica Isaac San Juan, coordinador de educación del MACBA.
Este procedimiento permitió escoger el cuerpo como eje central en las cuatro piezas. “La forma en que actúa el cuerpo y cómo se piensa es muy distinta en cada obra”, aclara el coordinador, a la vez que añade que les interesaba la “forma de trabajar de los cuatro artistas escogidos”. La selección de las creaciones también quiso romper con el estigma que vincula el arte con los cuadros y la pintura. De ahí que la pieza de vídeo Sabó d’Alep de Jaume Pitarch fuera una de las obras elegidas.
Sabó d’Alep, Jaume Pitarch
La Escola Josep Maria de Sagarra, uno de los centros participantes en el programa, acoge la obra Sabó d’Alep de Jaume Pitarch desde enero de 2024. El artista creó esta pieza de vídeo en 2014 como homenaje al primer jabón en pastilla conocido y usado en Europa y como gesto artístico simbólico de visibilización y concienciación del conflicto de Siria.
“Sentí una fuerte necesidad de actuar y contribuir de alguna manera”, explica Jaume a Metrópoli. En su búsqueda de un medio para expresar su preocupación y provocar reflexión, encontró en el jabón de Alepo el objeto idóneo para crear su obra. Según relata el artista, este elemento se convierte en una metáfora de la destrucción de la ciudad. “Al observar cómo el jabón se iba consumiendo con el uso diario, vi una conexión con la desintegración de Alepo bajo los bombardeos”, afirma.
Para materializar esta idea, grabó la disolución de una pastilla de jabón a través de múltiples lavados de manos. Este acto se convirtió en una actuación colectiva, donde cada persona que participaba contribuía a la desaparición del jabón. Su disolución durante los lavados de manos también evoca el acto de lavarse las manos, un gesto asociado con la indiferencia ante la tragedia ajena. Con esta obra, Pitarch pretende criticar la actitud de muchos políticos que se desentienden de conflictos bélicos en varios países, reflejando así una indiferencia global hacia la tragedia humana.
Para el centro, acoger esta pieza ha sido una oportunidad para que los alumnos “trabajen varios temas sociales vinculados a la obra, desarrollen su capacidad crítica y accionen ideando diferentes estrategias creativas para visibilizar esta obra olvidada en las reservas del MACBA”, explica Maria Pujol, directora de la escuela La Sagarra.
"Hemos aprendido a ubicar a Aleb en el mapa y entender la situación en Siria, relacionándolo con la migración, las guerras y las razones detrás de la emigración”, expresa. Asimismo, han tratado en profundidad con los alumnos "el concepto de lavarse las manos para tomar conciencia en que momentos cotidianos uno se lava las manos para evitar responsabilizarse de algunos problemas".
Al margen de haber exprimido el mensaje, los alumnos y profesorado han llevado a cabo diversos talleres para dar a conocer la obra. “Organizaron un acto donde vino el artista a hacer una explicación y un coloquio a las familias de los alumnos, y, en otra ocasión, también invitaron al casal de gente mayor”, apunta la directora. Todo ello, según señala, ha sido posible gracias a la coordinadora del programa. “Judit nos ha guiado mucho a la hora de proponer actividades”, concluye Pujol.
Programa público
Al igual que la Escola Sagarra, el Instituto Anna Gironella de Mundet (Horta-Guinardó), la Escuela Ramon Casas (Sants-Montjuïc) y el Instituto Escuela Tres Fonts de les Corts también forman parte de este programa que finalizará el próximo mes de junio. El año pasado se realizó un breve pilotaje de este programa, pero este año se ha trabajado de manera más completa.
El ICUP y el Consorci d’Educació contactaron con los centros de recursos pedagógicos de los distritos e identificaron cuáles tenían sensibilidad hacia el programa y podían participar. Sin embargo, a partir del próximo año, se formalizará como un programa público, por lo que las escuelas públicas de Barcelona serán las que deberán postularse y solo se escogerán tres.