Interior de las instalaciones de DFactory
Los engranajes de la fábrica del futuro: DFactory, el motor de la revolución de la industria 4.0 en Barcelona
El ecosistema de referencia en innovación tecnológica de la capital catalana asienta las bases de la relación entre personas y máquinas por venir
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Cimentada entre las dos torres de control que supervisan las llegadas a la capital catalana, la del puerto y la del aeropuerto, DFactory se ha convertido en el motor de la nueva revolución industrial en Barcelona. Es la fábrica modelo de la industria 4.0. Es un vistazo al futuro de la tecnología.
Fachada de DFactory Barcelona
Avión, barco, coche, autobús o metro. Da igual de dónde vengas y el medio de transporte que elijas, si tu siguiente paso es hacia el futuro, cruzarás la puerta giratoria de DFactory. Una puerta giratoria que engaña, porque, de primeras, produce la sensación de estar entrando en un hotel, cuando en realidad estás entrando en una fábrica. Una fábrica del futuro, pero una fábrica en esencia.
Un espacio de 17.000 metros cuadrados liderado por el Consorci de la Zona Franca de Barcelona (CZFB) donde convergen empresas y tecnologías de vanguardia que van desde la impresión 3D hasta el internet de las cosas (IoT), pasando por la robótica y la inteligencia artificial. Son todos engranajes de un sector industrial de última generación.
La colaboración, la verdadera innovación
La apuesta más beneficiosa del centro de innovación ha sido, sin duda, la colaboración. Se busca generar sinergias de complementariedad en un espacio de innovación abierto basado en el talento y la inversión en tecnología. Reúne a las grandes corporaciones empresariales, pequeñas y medianas empresas, centros de innovación y laboratorios tecnológicos.
Desde Metrópoli hemos hablado con cuatro empresas del ecosistema, porque quién mejor que ellas pueden retratar cómo funcionan desde dentro las partes del motor de transformación digital.
Colin Poutiers, responsable regional de las oficinas de Barcelona de OnRobot Barcelona
“En cuanto nos enteramos de este proyecto, sabíamos que no solo teníamos que estar en Barcelona, sino también en DFactory (...) Podemos aprovechar la presencia de otras empresas, crear sinergias, trabajar juntos. Y a nivel de imagen, sobra decir que cuando un cliente potencial o un socio o un proveedor viene a este edificio y ve en primera persona inteligencia artificial, robótica, big data, drones… ya ponemos las bases de una empresa seria”, sentencia Colin Poutiers, el responsable regional de las oficinas de Barcelona de OnRobot, una empresa dedicada a la fabricación y la distribución de herramientas para robots colaborativos o industriales ligeros. Poutiers trabaja en un cubículo de la planta baja de la fábrica, es vecino de sus compañeros de Siemens. Subamos a la siguiente planta.
Carlos Cosials, industry 4.0 Manager en Integral Nine Altitudes Barcelona
“DFactory nos brinda una oportunidad de estar cerca de algunos potenciales clientes, de generar esta dinámica que es muy de investigación, de búsqueda de nuevas oportunidades. Nuestras soluciones no las conocemos muy bien, pero para nuestros clientes suelen ser algo que está dentro del ámbito de la innovación”, apunta Carlos Cosials, Industry 4.0 manager en Integral Nine Altitudes, una empresa dedicada al ámbito del software que provee a sus clientes soluciones para el sector de fabricación y de diseño de producto.
Jaume Rey, director general de Nexiona Barcelona
Otro piso más. “DFactory nos ayuda porque todos los que estamos aquí tenemos el mismo reto. Todos. Como estamos en tecnologías novedosas, la introducción de esta tecnología en el mundo de la producción real es un reto. (...) Puedo aprender mucho de qué hacen los demás, de cómo convencieron al cliente, si le montaron una demo, le dejaron equipos durante un tiempo, montaron un piloto, cómo lo hicieron escalar. Ese proceso de transformación e innovación, es igual para todos”, señala Jaume Rey, el director general de Nexiona, una compañía dedicada a la captura de todos los datos que hay en una fábrica, de cualquier equipo, de cualquier sistema, de cualquier dispositivo, para saber todo lo que pasa en una fábrica en tiempo real y adaptar los procesos productivos a las necesidades.
Fernando Fortunato, director técnico de Newsfender Barcelona
Vuelta a la planta baja, esta es la primera cabina que se ve al entrar por aquella puerta giratoria. Depende del día, es posible que aparezca un barco a medio construir con piezas producidas por una impresora 3D. “Hay mucho avance de la industria, está muy bien en España, hay un futuro crecimiento acá en la infraestructura. (...) En cuestiones de exposición es muy bueno, todo el mundo lo conoce”, concluye Fernando Fortunato, el director técnico de Newsfender, una empresa que desarrolla cuatro patentes sobre materiales náuticos ecológicos y distintos tipos de modelos de barco, todo con impresión 3D.
La mejor propaganda que tienen son ellos mismos. Las nuevas tecnologías confluyen hasta que el futuro se convierta en presente. Como explica Poitiers, “todas las tecnologías que se presentan en DFactory no son de ciencia ficción. Es el presente. Ya existe y ya se puede utilizar en el mercado”.
Una impresora 3D de Newsfender crea una pieza de un barco Barcelona
La otra mitad del futuro
Otra ventaja de Zona Franca: dentro de una Barcelona hiperedificada, guarda algún terreno libre para construir y, en línea con su irrefrenabilidad emprendedora, DFactory aprovecha también esta oportunidad.
El edificio actual de la fábrica está al 80% de su capacidad, pero con la cola de empresas pretendientas para unirse al macrocoworking tecnológico, se prevé que la infraestructura no tarde en colmar. Por eso, a partir de 2026, el ecosistema comenzará a verter bloques de innovación en su proyecto de ampliación de 72.500 m².
El terreno donde se construirá la expansión de DFactory Barcelona
Una tras otra, las nuevas empresas tendrán su lugar en un nuevo espacio de la fábrica, que ya se ha proyectado, con una inversión de 100 millones de euros del CZFB. De esta forma, DFactory contará con 100.000 metros cuadrados totales de instalaciones, calculados para albergar 1.500 trabajadores más.
Una metrópoli 4.0
La inversión millonaria no servirá solo para expandir el hub tecnológico; hay un segundo objetivo, que supone un salto cualitativo, más que cuantitativo. La visión es la siguiente: la fábrica irradiará todo el polígono industrial hasta transformar la Zona Franca de Barcelona en un Distrito 4.0 para toda la Región Metropolitana de Barcelona y a nivel internacional.
En todas las grandes urbes hay un barrio financiero, un casco antiguo, un barrio residencial, y todos los tipos de barrios sucesivos en la lista. El DFactory pretende ser uno más, integrándose completamente dentro de la red comercial y social de Barcelona, hasta el punto de asemejarse a un verdadero distrito vivo, con la diferencia de que tal vez habita un poco más adelante en el tiempo. Consideran que esta tarea de reajuste urbano es “una parte fundamental de su misión de liderar la nueva economía”.
Las vistas a la torre de control del puerto desde la terraza de DFactory Barcelona
La sostenibilidad también es el futuro
Hace poco más de una semana que DFactory obtuvo la certificación WELL Gold, un reconocimiento otorgado por Green Business Certification. Este distintivo evalúa el impacto de los entornos construidos sobre la salud y el bienestar de los ocupantes. La certificación aborda criterios como la calidad del aire, el confort térmico y acústico, la iluminación, el impulso a la actividad física y la implementación de políticas de salud emocional.
