Collboni saca partido de las bibliotecas: Barcelona fomenta 180 clubs de lectura

El alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, ha puesto la cultura en el mascarón de proa de sus prioridades sociales. Y el hecho de que Barcelona cuente con 40 biblioteca públicas ha puesto a su alcance una impagable red de herramientas para trabajar en ese terreno. El Consorci de Biblioteques de Barcelona diseñó el año pasado el Plan Director de Bibliotecas 2030 para albergar a 180 clubs de lectura que darán servicio a miles de barceloneses en los 99.809 metros cuadrados que tendrán dentro de un lustro todas las bibliotecas barcelonesas. De hecho, durante el año pasado se planificaron cinco bibliotecas públicas más (hasta alcanzar las 45, lo que significa un aumento de 22.723 metros cuadrados) y se trasladaron otras siete a espacios más amplios, ganando otros 8.281 metros cuadrados. La mayor de ellas, que previsiblemente estará operativa después de 2027, es la biblioteca Central de Barcelona, con 16.168 metros cuadrados. 

Para aprovechar esos espacios, los responsables municipales han previsto la creación de 180 clubs de lectura en las bibliotecas públicas barcelonesas. La tarea de abrir y gestionar esos clubs ha sido encomendada a la empresa Tramoia Produccions Culturals, una veterana empresa dedicada a prestar servicios culturales que firmó el contrato el pasado 10 de junio. El contrato se eleva a 452.178 euros por dos años, cifra que puede duplicarse porque la tercera cláusula del contrato establece que puede prorrogarse por dos años más, por lo que el contrato superaría los 900.000 euros. Tramoia es una empresa fundada en 2004. Su gerente, Clara Saperas, lideró proyectos reconocidos como Poesía en los Parques o Lecturas en Ruta.

34 clubs son virtuales

Pero, ¿qué son los clubs de lectura? Según el Ayuntamiento, un club de lectura es “una actividad gratuita en forma de tertulia dirigida a las personas que quieren compartir con otros lectores o lectoras vivencias, impresiones y características que las lecturas pueden aportar”. Lo que hace la biblioteca es prestar un libro a cada miembro del club para que lo lea de forma individual y luego se concreta un día para comentar la lectura entre todos los participantes. En estos espacios, además, se puede contar, en ocasiones, con la presencia del autor de los libros, lo que conecta directamente al ciudadano con el productor y hace más interesante la experiencia, además de enriquecer el debate y facilitar el conocimiento de la obra. 

Los clubs pueden ser presenciales o virtuales. En el plan diseñado por el consistorio, 146 clubs serán presenciales y 34, virtuales. Los presenciales se agrupan en varios tipos: pueden ser de carácter general, de lectura temática, de lectura a medida, de lectura a la fresca, de lectura infantil o de lectura juvenil. Los clubs de lectura general no tienen una temática concreta y pueden versar sobre una gran variedad de géneros, épocas, culturas o registros. 

Características particulares

Los temáticos, en cambio, versan sobre un tema que interese particularmente a los miembros, ya sea feminismo, ciencia ficción, novela histórica, negra, filosofía, poesía o salud mental, por ejemplo. Los clubs a medida suelen ser temáticos pero estar configurados para que duren una, dos o tres sesiones. Los clubs a la fresca tienen lugar durante el mes de julio y se realizasen en espacios exteriores de las bibliotecas.

También se pueden acordar clubs de lectura para un solo libro, llamados clubs puntuales, o de más libros y sesiones diversas, lo que se conoce como clubs periódicos. Al margen, se encuentran los clubs de lectura virtuales, que se caracterizan por la lectura de libros en formato digital, cuya realización se hace a través de la plataforma de mensajería instantánea Tellfy y cuyos encuentros se realizan en formato de videoconferencia a través de Zoom. La temporalidad de los virtuales suele ser de unos 4 meses.

Una biblioteca de Barcelona AJUNTAMENT BARCELONA

Aforos limitados

En cada club de lectura presencial pueden participar hasta un máximo de 25 personas, salvo en los de lentura infantil, cuyo número máximo es de 15. Los clubs virtuales, en cambio, pueden tener hasta 60 miembros. La oferta de los cursos para este año es de 5.440 plazas, la mayoría de las cuales corresponden a los clubs temáticos (1.650 personas en 66 clubs). Los virtuales, en cambio, aunque son sólo 34, permitirán participar a 2.040 personas. Según el Ayuntamiento, hay más demanda que oferta para este tipo de actividad, aunque por el momento no se pueden ampliar la oferta y, por tanto, se ha de limitar el número de ciudadanos interesados. Cada año, se realizan 973 sesiones o reuniones de los clubs, en encuentros que duran entre una hora y hora y media.

La dinamización de estos clubs permitirá no sólo crear puntos de encuentro y socialización, abiertos al diálogo y al intercambio de pareceres, sino dar a conocer los equipamientos bibliotecarios de proximidad. Según un informe del Consorci de Biblioteques, la conformación de los clubes de lectura “se enmarca dentro del Plan Director de Bibliotecas de Barcelona”. Entre otros cometidos, además de la socialización y el fomento de relaciones humanas, los clubes permiten la “formación de lectores más cualificados, ofrecer nuevas posibilidades para el tiempo de ocio, ofertar una guía básica de lecturas diversas, fomentar el hábito y el disfrute de la lectura y el diálogo, el desarrollo del espíritu crítico y favorecer un acercamiento crítico a los distintos géneros literarios, así como a las realidades que los describen”.

Se paga a los autores

Los encuentros son dirigidos por especialistas en literatura, periodistas culturales o profesionales de la comunicación. El conductor se encarga de “dinamizar y enriquecer el debate entre los participantes para que sea provechoso para todos, permita analizar y debatir en relación al estilo literario, la acción descrita, los personajes, el autor y los diversos contextos de las obras”. Estos conductores “sugieren caminos y ofrecen claves de lectura y de interpretación. Guían, orientan y dinamizan los encuentros presenciales y virtuales. Son los profesionales que dan las claves y que hacen participar a todos los miembros del grupo en las conversaciones y en los debates”.

El Ayuntamiento dispone de una lista de conductores experimentados que pone a disposición de la empresa gestora por si le interesa contar con ellos y con su experiencia, entre los que hay críticos, escritores, periodistas, comunicadores culturales, académicos, editores o personas vinculadas al ecosistema cultural. En ocasiones, se puede invitar a los debates del club a los propios autores de las obras. De hecho, el Ayuntamiento dispone de un fondo de 20.000 euros para pagar a los autores que son invitados a participar en los debates de sus obras.