
Gente haciendo cola para hacer el ‘brunch’ en un local de la Dreta del Eixample Barcelona
Los expats ‘desahucian’ a vecinos y comercios de toda la vida en el Eixample de Barcelona
Un estudio de la UB concluye que los inquilinos sufren amenazas y son expulsados silenciosamente para ser sustituidos por viviendas de lujo
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En pocos años, la población del Eixample ha visto como los comercios de barrio de toda la vida son sustituidos por pastelerías de alta gama, brunch o franquicias y los vecinos son expulsados para construir vivienda temporal o pisos turísticos.
“Se está llevando a cabo un proceso de pérdida de la población residente y densificación de la vivienda”, han concluido las investigadoras de la Universidad de Barcelona autoras del estudio La vivienda DE lujo o la ‘vivienda ES un lujo: Análisis social de la presencia de grandes inversores inmobiliarios en la Dreta de l’Eixample de Barcelona, presentado en eI Congreso Internacional de Vivienda y Ciudad celebrado en la capital catalana.
Menos españoles, más expats
Los resultados provisionales ponen de relieve la paradójica situación de los residentes en el barrio barcelonés: sale más población nacional de la que entra. Por el contrario, entran más expats de los que salen.
De hecho, los españoles son la única de las nacionalidades del barrio presentadas en el informe que muestran saldo negativo entre entradas y salidas.
“Los vecinos tradicionales están siendo sustituidos por los expats”, han corroborado las investigadoras, que han explicado que los nuevos inquilinos se caracterizan por tener alto poder adquisitivo.

Edificio del Eixample de Barcelona / EUROPA PRESS
Otro dato que apoyan la afirmación es el descenso de la población nacional en el barrio en los últimos 25 años, en contraposición del aumento de la extranjera.
Los argentinos representan el 15% de los expats del barrio, casi doblando los franceses e italianos (8%, respectivamente). Otras nacionalidades con presencia en la Dreta de l’Eixample son Colombia, Estados Unidos, Brasil, Venezuela, Perú, Rusia, Reino Unido y China.
Transformación del barrio
La “supergentrificación” que ha asolado el barrio ha impactado también sobre las viviendas. Muchos de los pisos atraviesan obras de rehabilitación que lo que hacen es incrementar el precio de todo el barrio.
El vuelco hacia el turismo ha sido tal que incluso el patio interior de las manzanas ahora se ha transformado en espacios para degustar cerveza o acoger eventos, tal y como han denunciado algunos residentes.

‘Pancakes’ con café, típico almuerzo de un ‘brunch’ Barcelona
Y el comercio tampoco ha quedado intacto. Los negocios de toda la vida se han sustituido por negocios premium y más enfocados a turistas.
“En los últimos diez años todo lo que había en nuestra manzana ha cambiado espectacularmente. Se ha convertido en un lugar donde la gente trabaja y se va, no viven aquí”, ha expresado uno de los vecinos entrevistados en el estudio.
El lujo como una experiencia
El truco de las inmobiliarias y los propietarios para alquilar sus pisos es claro: vender la vida en el Eixample como una ‘experiencia’ en una vivienda que es patrimonio histórico y construida por arquitectos catalanes de renombre.
“Cada rincón de este espacio evoca una galería de arte modernista, con pisos de mosaico meticulosamente restaurados y murales adornando los techos. Representando una síntesis única entre la elegancia clásica y los estilos vanguardistas del siglo XXI, este apartamento de lujo es una manifestación incomparable de sofisticación”, reza en un anuncio de Idealista recogido por el estudio.
La vivencia en el Eixample se multiplica con ventajas como chefs personales, vistas a la Casa Batlló o la Sagrada Família y servicio de limpieza a diario. Los anuncios oscilan entre los 5.000 y los 18.000 euros al mes.
Sentimiento de amenazas
Todo el lujo que se vende de puertas hacia fuera oculta el desplazamiento poblacional que se está produciendo en el barrio.
Según las analistas, los desahucios de la Dreta de l’Eixample no son judiciales como en otros puntos de la ciudad, sino que los vecinos se ven expulsados de forma silenciosa a través de métodos como subidas del alquiler o prácticas como el moving para que el inquilino se vaya por sí mismo.

ERC se ha impuesto en el Eixample / CR
“No podemos mantenernos con estos precios, además con esta constante amenaza porque no sé qué pasará el próximo contrato y estás siempre con el agobio de que tendrás que negociar”, ha lamentado otro inquilino entrevistado.
Las investigadoras han apuntado a que existen “resistencias” y que los afectados deben “luchar contra grandes inversores que tienen a grandes asesores y abogados”, lo que agrava el sentimiento de indefensión de los vecinos del Eixample.