Glovo se ha convertido en el mejor aliado de los narcotraficantes durante la reclusión. La compañía dirigida por Oscar Pierre se ha erigido como la plataforma intermediaria entre camellos y consumidores con los riders como vehículos de la droga.
Así lo aseguran los repartidores de Glovo, que han notado un gran aumento del tráfico de sustancias a través de la empresa de delivery desde que se decretó el estado de alarma.
Cada vez que reciben un aviso para hacer una entrega “de particular a particular” sospechan que puede tratarse de alguna sustancia estupefaciente, escondida siempre entre objetos que simulan ser el envío auténtico. En conversación con este medio, un rider de Glovo afirma que “antes ya se movía, pero ahora la mayoría de pedidos entre particulares son de droga”.
ENFRENTAMIENTOS CON LOS CAMELLOS
Los repartidores, hartos de ser utilizados como mulas, llegan incluso a enfrentarse a los camellos cuando descubren la verdadera mercancía que se esconde en el interior de los paquetes.
Así lo atestiguan dos vídeos a los que ha tenido acceso Metrópoli Abierta. En ambos casos se observa cómo el rider detecta la droga camuflada en el paquete y posteriormente lo devuelve al traficante.
Un repartidor de Glovo encuentra droga en su pedido / MA
El repartidor se enfrenta al camello
Una escena muy habitual estos días, que ha llevado a los camellos a tomar sus propias medidas. Según denuncia un repartidor a este medio, cuando los riders descubren la droga los traficantes llegan a ofrecerles de “20 a 30 euros” para que realicen el envío de todas formas.
PREOCUPACIÓN ENTRE LOS RIDERS
En caso de que no sean descubiertos por los trabajadores, el trapicheo les sale barato a los narcos. Por un envío dentro de la ciudad, Glovo les cobra entre seis y ocho euros. De esa cantidad tan sólo les pagan entre tres y cinco euros a los repartidores. En cambio, si el reparto es entre dos puntos alejados, como Badalona y Hospitalet, el coste es de 15 a 18 euros, de los cuales 12 euros van para el repartidor.
Otro repartidor encuentra droga en el paquete y lo devuelve / MA
La escena es tan habitual entre los riders que ellos mismos desaconsejan a sus compañeros realizar cualquier pedido de paquetería entre particulares. En un grupo de WhatsApp de repartidores de Barcelona al que ha tenido acceso Metrópoli Abierta, un rider advierte: “No lleven nada de paquetería. En serio. Me acaban de poner una panela de marihuana de casi 100 gramos”. En este caso, el repartidor se encontró con una dificultad añadida: no podía poner la situación en conocimiento de Glovo porque utilizaba una cuenta alquilada, una práctica prohibida por la compañía.
¿QUÉ DICE GLOVO?
Consultados por este medio, un portavoz de Glovo asegura que "la compañía ha establecido los protocolos de actuación necesarios que deben utilizar los repartidores" cuando se ven inmersos de forma involuntaria en el tráfico de sustancias ilícitas. "Estos protocolos están coordinados con las fuerzas y cuerpos de seguridad, con quienes la compañía trabaja en estrecha colaboración", explican desde la startup barcelonesa.
Las mismas fuentes añaden que "si un colaborador sospecha en un determinado momento que se está produciendo un mal uso del servicio por parte de un cliente, se pone en contacto directo con Glovo a través de nuestro departamento de soporte para ponerlo en conocimiento de las autoridades".
LA POLICÍA, SIN ESTADÍSTICAS
Un rider aporta más información sobre lo que sucede en la práctica. En teoría, pueden abrir un paquete si sospechan que pueda contener droga en su interior. Sin embargo, explican que muchas veces "van envasados, simulando ser nuevos" para que no los puedan abrir. ¿Qué hacen entonces? "Paramos a la policía y les pedimos que ellos mismos lo revisen. Al abrirlo nos dan una hoja donde le dicen al cliente que ese pedido fue abierto por la policía", detalla.
Los Mossos d'Esquadra, por su parte, todavía no cuentan con estadísticas sobre el tráfico de drogas a través de estas plataformas de mensajería, aunque recuerdan que lo mejor que pueden hacer los trabajadores es llamar al 112. Sí existen precedentes de operaciones de la policía donde se han detectado repartidores de Glovo con sustancias estupefacientes. El lunes 30 de marzo, la Guardia Urbana de Badalona interceptó un envío de 20 gramos de cocaína de Badalona a L'Hospitalet a través de la empresa que dirige Oscar Pierre.
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