Exterior del colegio barcelonés La Salle Bonanova

Exterior del colegio barcelonés La Salle Bonanova

El pulso de la ciudad

Condenan un exprofesor de La Salle de Barcelona por agredir sexualmente un menor durante años

El pederasta mantenía una relación sentimental con la madre de la víctima

17 junio, 2024 19:02

La Audiencia de Barcelona ha condenado a diez años de cárcel a un exprofesor y exentrenador de fútbol del colegio La Salle Bonanova por agredir sexualmente entre 2010 y 2012 a un alumno sobre quien creó un "clima de dominación y miedo" aprovechándose de que mantenía una relación sentimental con su madre.

La sección séptima de la Audiencia de Barcelona atribuye al acusado, Víctor Manuel P.G., un delito continuado de agresión sexual a un menor de 16 años, por el que también le impone seis años de libertad vigilada, le prohíbe acercarse y comunicarse con la víctima durante 15 años y le ordena indemnizar al chico con 40.000 euros por los daños morales causados.

La sentencia, que se puede recurrir, declara como responsables civiles subsidiarios al Club Esportiu La Salle Bonanova y a los Hermanos de las Escuelas Cristianas La Salle. La sala concluye que la versión del menor contiene elementos de corroboración que le otorgan una "fiabilidad difícilmente cuestionable" y además está avalada por los informes forenses y la declaración del psicólogo que le trató.

Una relación con la madre de la víctima

Ante esta situación, la Audiencia considera probado que entre finales de 2010 y el año 2012 el acusado, "aprovechándose" de su condición de profesor de La Salle, donde estudiaba el chico, y de entrenador de su equipo de fútbol, así como por haber iniciado una relación sentimental con la madre del menor -por la que se fue a vivir a su casa-, realizó "múltiples actos de contenido sexual" con la víctima.

Fachada de la Salle Bonanova

Fachada de la Salle Bonanova WIKIPEDIA

Según la Audiencia, el exprofesor logró su propósito sexual debido a la "dependencia emocional" que el menor llegó a tener hacia él, ya que cuando no accedía a sus proposiciones se enfadaba con él, le miraba de forma agresiva, no le hablaba e incluso le apartaba de los entrenamientos, "consiguiendo que tuviera temor" a sentirse rechazado.

"De esta forma, mediante la creación de un creciente clima de dominación y miedo", el acusado logró que la víctima accediera a los requerimientos sexuales que le hacía, aprovechándose además de su condición de "superioridad", derivada del hecho de ser su profesor y entrenador y la pareja sentimental de su madre, asumiendo un rol paterno-filial con el chico.

Según la sala, el menor "se vio progresivamente hostigado por su agresor, no encontrando otra salida que adoptar una actitud de sumisión frente al mismo", también debido a "múltiples" episodios de violencia que infligió.

40.000 euros de indemnización

A la hora de fijar la indemnización por los daños morales, que sitúa en 40.000 euros, la Audiencia tiene en cuenta la "reiteración" con la que se produjeron los hechos, hasta el punto que la víctima explicó que las agresiones sexuales se convirtieron en "una rutina" durante los dos años que duraron.

Además, también destaca que el menor, debido al estrés sufrido por esta situación, necesitó más de diez años en explicar lo sucedido, lo que comporta un "daño moral evidente".

En el juicio, celebrado entre febrero y marzo pasados, la Fiscalía pidió diez años de cárcel para el acusado, a quien definió como un "auténtico depredador" que se aprovechó de la "vulnerabilidad" de la víctima.