Ángel Fernández, ex jefe de sala de Il Giardinetto, posa en la barra del restaurante para Metrópoli

Ángel Fernández, ex jefe de sala de Il Giardinetto, posa en la barra del restaurante para Metrópoli GALA ESPÍN Barcelona

El pulso de la ciudad

Ángel, ex jefe de sala en Barcelona: "Los ayuntamientos aprietan demasiado las tuercas a la restauración"

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Ángel Fernández es un experto de la restauración. No ha abierto ningún restaurante ni ha invertido en locales, pero desde su preciada barra y entre bandejas y gin-tonics ha aprendido como nadie de una profesión que pertenece a "un mundo aparte". 

Así describe el oficio él mismo, uno de los maîtres que ha logrado ser uno de los personajes del sector más queridos y conocidos en la zona alta de Barcelona. "No se puede explicar cuál es el papel de un jefe de sala", explica en conversación con Metrópoli.

Ángel Fernández sentado en una mesa de 'Il Giardinetto'

Ángel Fernández sentado en una mesa de 'Il Giardinetto' GALA ESPÍN Barcelona

"Preocupación por el futuro de la restauración"

Tras más de 40 años de servicio en Il Giardinetto, Fernández se jubiló el pasado noviembre con mucha tranquilidad ante la continuidad de su restaurante, pero con preocupación por el futuro del sector en la ciudad. 

El maître recuerda con brillo en sus ojos la "cola de la época dorada" de Barcelona, que él vivió desde el italiano de la familia Pomés y le conectó con la cultura, la política y la alta sociedad de una ciudad que brillaba como nunca. 

Decadencia en la restauración 

Ángel evoca sus años de profesión y lamenta que la restauración en la capital catalana "ha vivido una decadencia". "Hay restauradores muy buenos en la ciudad, pero los ayuntamientos nos aprietan demasiado las tuercas", sentencia.

Para Fernández, las normativas y permisos actuales están "privando" de libertad a los negocios, sobre todo en el horario nocturno. "Es una pena que solo haya ambiente los viernes y sábados por la noche. Vas a Madrid y está todos los días", opina.

La planta baja y entrada al restaurante 'Il Giardinetto'

La planta baja y entrada al restaurante 'Il Giardinetto' GALA ESPÍN Barcelona

Las terrazas, una de las grandes polémicas

En los últimos años, las terrazas de la capital catalana han sido una de las grandes polémicas entre restauradores y grupos vecinales. Para Fernández, es incomprensible que se "limite tanto" la actividad en una ciudad como Barcelona que, en su época, "fue una referencia en España para el ocio y la restauración".

En la misma posición se encuentra el Gremi de Restauració que, hace apenas un mes, denunció la decisión del Ayuntamiento de reducir el horario de las terrazas en la calle de Tuset, la vía del ocio nocturno por excelencia. 

“Nos encontramos ante un caso idéntico al del ‘Triangle lúdic’ del Poblenou: en un espacio de ocio nocturno que pivota alrededor de una o varias discotecas, las medidas del Ayuntamiento ponen el foco en las terrazas”, lamentaba Roger Pallarols, director del Gremi.

“¿Qué cambio supondrá que no haya terrazas de doce a una los viernes y sábados en Tuset?”, cuestionaba el director.

Restaurantes "impersonales" y "transportadores de platos" 

Más allá de las "tramas administrativas" que denuncia, el maître también cree que muchos restaurantes son "impersonales". "En Barcelona todavía quedan muchos muy personales y que dan un servicio muy bueno", celebra.

No obstante, asegura que está "preocupado" porque el personal se va "jubilando" y la formación que se hace a las nuevas generaciones "no tiene los mismos valores". 

"En mis tiempos los camareros y jefes de sala éramos imprescindibles en la experiencia del cliente. Sabíamos aconsejarles al detalle y conocíamos el producto a fondo. Ahora se recomienda lo que está de moda y no se conoce qué hay detrás de un buen licor o un buen plato", explica Fernández.

La planta alta del restaurante 'Il Giardinetto'

La planta alta del restaurante 'Il Giardinetto' GALA ESPÍN Barcelona

La restauración, uno de los negocios "más arriesgados"

El ex trabajador de Il Giardinetto detecta que hay un problema en el sector porque conoce muchos casos de nuevos locales que cierran a los tres años de abrir.

¿Por qué sucede? "La gente se cree que montar un restaurante es entrar dinero a mansalva y no. Es uno de los negocios más arriesgados que te puedes encontrar hoy en día", sentencia. 

La evolución del cliente 

Otro de los hechos que más lamenta el profesional es el cambio de actitud del cliente. "El consumidor de antes sabía comer mucho más de lo que saben ahora", dice con convicción.

El error, a su parecer, recae sobre la influencia de las reseñas de internet y las redes sociales. "No te puedes fiar de un comentario que ves en las redes. Las críticas las tiene que hacer un cliente cuando ha ido, como mínimo, cuatro veces al restaurante", considera Fernández.