El mercado negro de citas para el NIE en Barcelona: así se lucran las mafias a costa de los 'expats'
- Las esperas infinitas y la inacción de los organismos públicos ante el fraude fomentan un negocio que acelera la trama burocrática y se beneficia de la desesperación.
- Más informacion:
- Italianos sin NIE: un lucrativo negocio para varias empresas de Barcelona
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El negocio de las citas previas de Extranjería está desatado en Barcelona. Con una oferta de huecos libres insuficiente para atender todos los trámites que se les exigen a los extranjeros, el mercado negro de las citas tiene a miles de ciudadanos como potenciales clientes.
Entre las citas previas más mercadeadas, despunta la del NIE (Número de Identidad de Extranjero), un número de identidad personal, único y exclusivo que necesitan las personas extranjeras residentes en España.
El NIE permite la residencia fiscal en el país, pagar impuestos y abrir una cuenta bancaria de residente. Una documentación primordial para que todo ciudadano extranjero y residente pueda desarrollar su vida con normalidad.
Sin embargo, el ínfimo nivel de eficiencia burocrática no satisface ni de lejos la urgencia de los extranjeros de obtener un documento tan básico como el NIE.
Una administración colapsada con meses y meses de espera solo para conseguir una cita previa y oportunistas que se aprovechan de estas fallas del sistema para lucrarse, en muchos casos, estafando a los más desesperados: esta es la realidad de conseguir un NIE en Barcelona.
El utópico procedimiento estándar
Tal y como ha explicado el director del bufete de abogados especializado en inmigración Balcells Group, Cristian Balcells, a Metrópoli, cualquier persona extranjera residente en España puede solicitar gratuitamente su NIE a la Dirección General de la Policía, directamente o a través de las oficinas de Extranjería o comisarías de Policía.
La tramitación en las oficinas o comisarías es sencilla una vez reunidos la documentación y los requisitos necesarios. La frustración es culpa del paso precedente, de la solicitud de cita previa para obtener el número de identidad.
Se debe puntualizar que para realizar el trámite la cita previa es obligatoria desde la pandemia, según ha confirmado Balcells. Se debe hacer todo a distancia, desde la sede electrónica oficial.
Paolo (nombre ficticio), un joven italiano, llegó a Barcelona a finales de 2023 para estudiar un máster y desde la universidad le recomendaron que solicitara el NIE porque aseguraban que tenerlo le facilitaría cualquier trámite burocrático que tuviera que hacer en la ciudad.
“Intenté pedir cita desde la página oficial de Extranjería, como me habían recomendado desde la universidad. Estuve más de una semana probándolo cinco o seis veces al día, pero nada, cero posibilidades. Me parecía una misión imposible”, relata Paolo.
Piero (nombre ficticio) es otro joven italiano que vino a Barcelona a cursar un máster y se encontró con una situación similar un año después. “Necesitaba el NIE para poder participar en una beca de colaboración de la universidad”, explica el estudiante. La historia se repite: “El sistema no me daba ninguna posibilidad de reservar una cita previa en ningún municipio de la provincia de Barcelona”.
Si se sigue el procedimiento legal que indica Extranjería, se debe solicitar el NIE en una comisaría de la provincia en la que se esté domiciliado. Así que si vives en la provincia de Barcelona, te tienes que adaptar a los ritmos de su burocracia, aunque ésta esté limitando la posibilidad de llevar una vida corriente a los extranjeros que, por ejemplo, ni tan solo pueden abrirse una cuenta de residente en el banco.
Este es el mensaje que aparecía en las pantallas de Paolo y Piero (y miles de extranjeros más) a diario, cada vez que intentaban pedir cita:
“Hace un tiempo podían pasar meses antes de que un extranjero consiguiera una cita previa”, afirma el director del bufete de abogados.
Una solución a la desesperación
De las decenas de estudiantes extranjeros que Paolo conoció en Barcelona, solo uno logró una cita previa para el NIE siguiendo las indicaciones de Extranjería. Los demás también obtuvieron el NIE, pero optando por otras alternativas, en muchas ocasiones ilegales.
“Un compañero me dijo -yo lo he conseguido de otra manera- y me compartió por WhatsApp el contacto de un hombre que trabajaba en un local del Raval. Me dijo que si acudía a él para solicitar la cita previa, la habría recibido al momento pagando solamente 20 euros”, narra Paolo. Es importante reiterar que la solicitud debería ser un trámite completamente gratuito, es un servicio público.
Paolo siguió el consejo. Y le funcionó. Un año más tarde, Piero recibió el mismo consejo y en menos de dos semanas, también fue a recoger su NIE.
Las instrucciones explicadas por mensaje eran simples: debían enviar un mensaje con sus datos (nombre, apellido, fecha de nacimiento y documento de identidad) e indicar una o más fechas de disponibilidad para la cita previa. Así fue la conversación de Paolo:
Por su parte, el hombre al otro lado del teléfono solamente aportaba la dirección del local de recogida de la hoja comprobante de la cita previa, con la fecha, el horario y la comisaría de policía a la cual acudir para tramitar el NIE, y el precio a pagar por la gestión.
Así pues, tras el pago, realizado presencialmente en el local revelado por WhatsApp, los solicitantes recibían la cédula de citación que debían presentar en comisaría. “Me dijo: ven aquí, trae el dinero, te doy la hoja con la cita, y ya. No tenía que presentar ningún documento”, sintetiza Piero.
En 2023 Paolo pagó 20 euros, en 2024 a Piero le costó 50 euros. Se ha convertido en un bazar ilegal paralelo de venta de turnos cuyo crecimiento es proporcional a la inoperancia de la Administración y al consecuente desespero de los extranjeros residentes. Y lo peor de todo es que, por ahora, ha resultado ser un método efectivo.
Modus operandi: ¿bots?, ¿un ejército que opera desde locutorios?
De hecho, los estudiantes italianos coinciden en afirmar que se sorprendieron con la amplia posibilidad de elección de fechas y horarios, puesto que habían pasado semanas y semanas leyendo “no hay citas disponibles” en el sitio web de Extranjería. ¿Cómo es posible entonces que desde un local del Raval se estén repartiendo citas a demanda?
Ante la elevada solicitud de citas en la provincia de Barcelona, Balcells explica que “se ha generado un colectivo que está siempre conectado en la plataforma pidiendo citas con números de identificación de los extranjeros y entonces luego las revende”.
Por otro lado, el abogado también menciona la posibilidad de que se estén usando bots que logran acaparar todos los huecos disponibles, los bloquean, y los venden: “existen bots que constantemente están hackeando la plataforma y pidiendo citas”.
“A pesar de todo, lo recomendaría”
El boca a boca es la publicidad más eficaz. Al ser preguntados si han recomendado o recomendarían esta alternativa a otros extranjeros en su misma situación, ambos jóvenes han respondido que sí, a pesar de que también han admitido que, en una primera instancia, no se sentían seguros optando por esa solución.
“El local era angosto, en el peor barrio de Barcelona. La persona que me atendió no inspiraba mucha confianza, hablaba muy poco. Además, la hoja de la cita que me dio tenía fuentes heterogéneas”, recuerda Piero.
Aun así, la confianza de los solicitantes se basaba en las firmes recomendaciones de los conocidos que ya habían conseguido el NIE mediante el mismo procedimiento. Mientras desde Extranjería no se habiliten más citas, estas recomendaciones se irán multiplicando.
Saturación administrativa
Hace ya años que el sistema está corrompido y la Administración lo sabe, pero ni ofrece citas suficientes que hagan innecesario el negocio clandestino de citas, ni ha impuesto fuertes cortafuegos para impedir la aparición de un mercado negro.
En la capital catalana había 432.556 personas de nacionalidad extranjera empadronadas a 1 de enero de 2024, lo que constituye un cuarto del total de la población, según los datos del Ayuntamiento, y todos ellos necesitan trámites y citas de forma recurrente para mantener en orden sus papeles.
Para Cristian Balcells, en Barcelona “no hay suficientes funcionarios para dar cita a tanto extranjero que está llegando para residir en la ciudad, los huecos se acaban pronto porque no hay manos para hacer estas tarjetas”.
El director del bufete continúa su discurso apuntando que la urgente necesidad de los recién llegados de obtener el NIE y la imposibilidad de conseguirlo, ha generado este gran negocio lucrativo. “Hemos oído que un cliente ha pagado 300 euros por conseguir una cita. Qué barbaridad. O sea, has pagado más por la cita que por el servicio de un abogado”.
A su vez, cada vez que aparecen nuevas citas disponibles en el portal oficial de Extranjería, el mercadeo ilegal y las grandes gestorías se apoderan de ellas en segundos para venderlas. No queda ni una libre para el solicitante regular. Es el pez que se muerde la cola.
Más control y más trabajadores
Hasta ahora, la Administración ha tratado de lidiar con la competencia desleal con medidas como la limitación a cinco citas solicitadas por teléfono móvil o la contratación de más funcionarios en verano, pero ni se ha acercado a remediar el colapso.
Entre las posibles soluciones reales, el abogado propone que podrían habilitarse otros centros públicos, como Correos o la Agencia Tributaria, para que también pudieran tramitar el NIE, como pasa con el certificado digital.
Asimismo, considera que “si hace falta subir la tasa de gestión, que ahora gira en torno a los 10 euros con algo, porque tienes que generar más empleo, que se suba. Se acabará pagando siempre menos que los 70, 80, 100, 200, 300 euros que pueden cobrar por una cita”.
Las alternativas legales, otro negocio lucrativo
El oportunismo también puede ejercerse legalmente. Hace casi dos años, este digital informó de las críticas de activistas a las empresas que se lucran cobrando grandes cantidades por intermediar en trámites burocráticos.
Son asesorías completamente legales desde las cuales, igual que hacen los bots, un ejército de gestores se atrinchera en la sede electrónica oficial a la espera de que salgan nuevas citas, las reservan y las revenden, normalmente a precios más elevados que los del mercado negro.
“Cuanto más necesitados están, más piden las asesorías”, alerta Carlo Testa, un italiano residente en España que proporciona consejos a otros extranjeros a través de redes sociales sobre cómo lidiar con la burocracia de Extranjería y del Consulado Italiano en Barcelona.
“Proponen paquetes de 200 o 300 euros por una serie de gestiones burocráticas”, detalla Testa. De nuevo, todas son gestiones que, si se sigue el procedimiento estándar, deberían ser gratuitas o no superar los 15 euros. “He oído de todo. Un empadronamiento por 700 euros, eso debería ser denunciable”, manifiesta el activista.
La Administración barcelonesa lleva una década encallada y parece que cada vez va a peor. Aquellos con más recursos pagan 300 euros a gestorías para que afronten la tediosa burocracia por ellos. Otros acuden a locales perdidos por el Raval con un billete de 50 euros en mano. El tiempo y los ahorros se agotan mientras hay contratos, oportunidades y el derecho de hacer vida como cualquier otro residente en juego.