La batalla más cruenta por la alcaldía de Barcelona

Nadie quiere equivocarse esta vez. A algo más de un año y medio de las elecciones municipales, plataformas cívicas y nuevos partidos políticos ya han comenzado a establecer estrategias para lograr la alcaldía de Barcelona o para influir de tal manera que se consiga un cambio de rumbo y se deje atrás la situación que han dejado los comunes de Ada Colau. La propia candidatura de la actual alcaldesa es una incógnita, aunque ella misma ha señalado su deseo de seguir al frente. Todo está pendiente ahora de la movilización en la plaza Sant Jaume del 21 de octubre, con la convocatoria de Barcelona imparable.

Se trata de una movilización impulsada por más de cien entidades y otras veinte que se han adherido y que reclaman un cambio claro en las políticas públicas del Ayuntamiento de Barcelona. Son asociaciones vecinales, entidades gremiales, de comercio, y que tienen el apoyo de patronales como Foment del Treball, con dinamizadores como Gerard Esteva, presidente de la Unió de Federacions Esportives de Catalunya (UFEC), una de las caras públicas de esa sociedad civil que quiere una Barcelona “en positivo”, en contraste con la Barcelona del ‘no’ de Colau.

Esa movilización debe ser el pistoletazo de salida para un movimiento más amplio que vaya sumando esfuerzos. La iniciativa, Barcelona imparable, podría derivar en una candidatura al Ayuntamiento de Barcelona, o quedarse en un importante apoyo para otros candidatos o fuerzas políticas.

Un cartel de Barcelona imparable para animar a la movilización ciudadana / MA

ARTADI, JXCAT Y BARCELONA ES IMPARABLE

Los partidos políticos que tienen representación en el consistorio han reaccionado ante esos movimientos. Junts per Catalunya, que no tiene buenos números en los sondeos que maneja internamente, quiso anticiparse a esa movilización ciudadana, con la puesta de largo de la candidatura de Elsa Artadi. Con la presencia en el acto de las principales caras de la dirección de JxCat, como su secretario general, Jordi Sànchez, y con la plana mayor de la exConvergència, desde Xavier Trias a Artur Mas y Andreu Mas-Colell, Artadi ofreció gestión y proximidad con los sectores más dinámicos de la ciudad, con un guiño a Barcelona imparable, para obtener su apoyo.

Lo que se dirime en ese campo, sin embargo, es que es la plataforma cívica la que podría buscar un posible apoyo de JxCat si necesita esos votos para alcanzar la alcaldía. Todo está en el aire, y fuentes de la plataforma ciudadana señalan que solo se trata –por ahora— de “agitar las aguas” y ver hasta qué punto el tejido asociativo y económico ha dicho ‘Basta’ a Colau.

Jaume Collboni, líder del PSC en el Ayuntamiento de Barcelona / EP

CENTRO-DERECHA CATALANISTA

En paralelo existe otra gran operación, en el flanco del centro-derecha catalanista. Se trata de una fusión entre Lliures, el partido que impulsó Antoni Fernández Teixidó; el PNC de Marta Pascal y la Lliga Democràtica, que lidera Astrid Barrio. Los tres partidos tienen previsto un congreso de fusión para enero de 2022. Pero a ese proyecto le faltan algunas piezas: se busca con claridad que el PDECat de Àngels Chacón se sume. La propia exconsejera de la Generalitat tiene previsto pronunciar una conferencia el 25 de octubre, con la idea de impulsar un proyecto propio para la alcaldía. Chacón, que tendría el apoyo de Convergents, la fuerza política que fundó Germà Gordó, podría ser la candidata de todos esos partidos. Y, a su vez, y en la medida que el proyecto cívico de Barcelona imparable tomara forma, esos partidos se unirían para construir una alternativa de centro-derecha-liberal a la alcaldía de Barcelona.

Pero hay más movimientos en la ciudad. Entre esas dos fechas, el 21 de octubre y la presentación de Chacón, habrá una movilización de los sindicatos policiales, de la Guardia Urbana, policías locales y Mossos d’Esquadra (23 de octubre). Las quejas de los cuerpos policiales pueden tener una incidencia en el equipo de gobierno municipal, al incidir en el orden público que habría descuidado la alcaldesa Colau.

Ernest Maragall y Ester Capella, en el centro, en un acto en la rambla del Raval / CG

También hay movimiento en el campo de lo que ha representado Ciudadanos, que va más allá de ese espacio. La plataforma Más por Barcelona, impulsada por Pedro Miret, --exconsejero de distrito de la formación naranja-- y por Lluís Tusell, se pondrá en marcha a finales de octubre y la motivación central es “recuperar la centralidad” en las políticas de la ciudad.

Todos esos proyectos inciden de forma directa en el resto de formaciones. Quien se ha dado cuenta antes es Junts per Catalunya, mientras que ERC ya ha dado un paso importante al situar a la exconsejera de Justicia Ester Capella como número dos de Ernest Maragall. Los republicanos se ven fuertes para ganar las elecciones con el apellido Maragall al frente, pese a su avanzada edad.

¿Y LOS SOCIALISTAS?

En los comunes, la incógnita se centra en la misma candidata. Ada Colau ha reiterado que desea presentarse de nuevo a la alcaldía, pero eso dependerá del resultado de las encuestas, las que se elaboren en los próximos meses. Una derrota segura en los sondeos podría llevar a su renuncia y buscar otros destinos, ligados al proyecto que lidera la ministra de Trabajo Yolanda Díaz.

La otra pata y la decisiva en estos momentos la protagoniza el PSC. Los socialistas mantienen a Jaume Collboni como candidato que ha mostrado su determinación para, --en su tercer intento-- conseguir la alcaldía. Pero también dependerá de todos esos sondeos y de la necesidad de buscar o no otro candidato que aglutine a una mayoría más amplia para superar al resto de alcaldables. En ese contexto, surge el nombre de Salvador Illa, actual jefe de la oposición en el Parlament.

La batalla acaba de comenzar, con la convicción por parte de todos los actores en juego que la palanca de Barcelona puede mover toda la política catalana, porque desde el Ayuntamiento se puede ofrecer una alternativa al gobierno independentista que está al frente de la Generalitat.