Eva Parera: "Valents es un lobby político de las empresas, todos venimos del sector privado"
La alcaldable Valents expresa su voluntad de que Barcelona vuelva a ser "grande otra vez" y asegura que no regalará votos a ninguna formación política
16 mayo, 2023 00:00Noticias relacionadas
Eva Parera (Barcelona, 1973) va de frente. Quiere estar presente en el Ayuntamiento de Barcelona y repetir como concejal. Lo es desde 2019, cuando consiguió el acta en la lista de Manuel Valls. El grupo municipal se rompió justo cuando Valls decidió apostar por Ada Colau y dejar en la estacada al republicano Ernest Maragall. Parera quiso seguir adelante con Valls y, con el nombre de Valents, --tras la marcha del ex primer ministro francés-- desea agrupar a un centro-liberal sin complejos. Fue miembro de Consell de l'Audiovisual de Catalunya (CAC), donde coincidió con el ahora alcaldable del PP, Daniel Sirera. Y también probó suerte en Madrid, como senadora de CiU. En su etapa de concejal no ha dudado en "aprobar las cuentas de Barcelona", lo que es distinto, a su juicio, de secundar los presupuestos de Ada Calu. Habla claro, sin ambigüedades. Pide más recursos para los cuerpos de seguridad en Barcelona, ha sido muy activa en el conflicto de la Bonanova con los okupas, y se muestra dispuesta a colaborar en el próximo mandato, porque tiene vocación de gobierno, no de oposición. Y sin dudar señala en esta entrevista con Metrópoli lo que define a su partido: "Valents es un lobby político de las empresas, todos venimos del sector privado".
¿Cómo ve la ciudad, tras su experiencia como concejal, y la evolución ahora de su partido, Valents?
Yo no creo que sea una evolución. Lo definiría más como un antes y un después. Yo entré en el Ayuntamiento de Barcelona en calidad de independiente con una coalición electoral entre Manuel Valls y Ciudadanos. Conformamos grupos electorales distintos donde los dos primeros años trabajé con un grupo municipal de dos miembros donde estuve prácticamente sola. Con la salida de Valls nace un proyecto totalmente nuevo, que es Valents.
En 2019 se presentó junto a Manuel Valls en la candidatura Barcelona pel Canvi. ¿Sigue manteniendo relación con Valls?
No. La última vez que hablamos fue para felicitarnos las navidades pasadas.
Una de las decisiones más controvertidas fue apoyar la investidura de Ada Colau como alcaldesa con su voto favorable. Si se repitiera una situación idéntica, ¿volvería a investir a Colau?
Yo siempre he dicho que no soy Manuel Valls. En ese momento era la numero cuatro de una lista y no tomaba las decisiones ni era yo la candidata. Creo que en ese momento se hizo una lectura muy adecuada que no la hace solo Valls, sino también Ciudadanos, el Partido Popular... Creíamos que era lo mejor para Barcelona, pero luego se ha visto que un gobierno Colau-ERC ha sido pésimo para la ciudad. El partido socialista hace la misma lectura: hay una ventana de oportunidad para ellos y contactan con Valls y el PP para abrir la posibilidad de cambiarle el socio a Ada Colau. La realidad después de estos cuatro años es que esto no ha sido así: se ha conformado un tripartito muy estable, donde ERC juega un papel muy importante en la toma de decisiones y el PSC incumple las promesas que hace. Yo no voy a regalar más mis votos. Queremos gobernar para implantar un nuevo programa de gobierno. El votante constitucionalista ya se ha visto traicionado muchas veces por los propios partidos a los que vota y nosotros no vamos a caer en ese error. Tengo vocación de gobierno, no de oposición.
Pero Valents ha ayudado a que se aprueben presupuestos en el Ayuntamiento de Colau durante este mandato. ¿Valents ha sido cómplice de parte de la gestión municipal?
Para nada. Ser oposición no significa decir siempre no a todo, sino valorar lo que necesita la ciudad en cada momento. Cuando votamos en comisión la tramitación inicial de los presupuestos y vemos que nadie está haciendo uso de esta responsabilidad porque prefieren que la ciudad quede destruida para ofrecer una opción de confianza al gobierno, solo pienso en mantenerme al margen de este juego. Cuando me dicen 'tú has salvado los presupuestos de Colau' yo les digo: 'no, yo he salvado los presupuestos de la ciudad de Barcelona'.
La mayoría de encuestas apuntan a un triple empate entre Colau, Collboni y Trias. De estos tres candidatos, ¿con quién se siente más cómoda?
Nuestras encuestas no marcan esto, sino un doble empate entre Colau y PSC. Pero lo que sobre todo marcan es un gran porcentaje de barceloneses que están indecisos. Mi obligación como candidata es penetrar en esa masa mayoritaria y convencerles de que la única opción que puede conllevar al cambio es la de Valents, que es la única que no se ha probado. Yo no hago campaña pensando con quien voy a pactar, sino pensando que voy a ganar. Si luego los resultados son otros y hay que buscar pactos, es obvio que nuestro programa descarta a mucha gente...
Otros partidos son partidarios a hacer un cordón sanitario a Vox. No sé si en ese punto Valents coincide...
Yo de entrada hago una apelación y un llamamiento a todos los votantes de todos los partidos: si no te gusta la situación actual de tu ciudad, aquí tienes un cambio posible. Soy poco partidaria de los cordones sanitarios. En nuestro programa se puede sumar cualquiera. No debemos ser hipócritas: hemos vivido un gobierno de la Generalitat de extrema derecha claramente que ha querido convertirnos en extranjeros en nuestra propia tierra, destilando odio a todo lo español. Eso me preocupa.
Anna Grau, la candidata de Ciutadans, señaló en una reciente entrevista con 'Metrópoli' que "Valents es un lobby de intereses particulares". ¿Qué le responde?
Valents es un lobby político de las empresas. En Valents todo el mundo viene del sector privado, de hecho, es una condición que hemos puesto para poder formar parte del partido: que te puedas ganar la vida fuera de la política porque de esta forma eres más libre a la hora de tomar decisiones. Y eso quiere decir que defendemos a las empresas y a los autónomos, que generan riqueza. Yo le diría a Anna Grau que Valents es la verdadera unión del constitucionalismo, la que ellos desde sus ejecutivas en Madrid no han querido practicar.
¿En algún momento ha sido posible que no hubiera tanta fragmentación del voto? ¿Ha habido intentos de unificar candidaturas?
Sí, ha habido. Cuando presentamos Valents hace poco más un año, mi discurso inicial fue "queremos unir el constitucionalismo" para buscar coaliciones electorales. Pero nunca obtuvimos respuesta. Estoy segura de que si lo hubiéramos hecho hubiéramos sido capaces de ganar estas elecciones, porque después se ha visto que otros partidos comparten nuestros mismos objetivos. Pero no estoy de acuerdo en que el voto está fragmentado; solo hay que observar las autonómicas. Aun así, el 28 de mayo yo sabré lo que tengo que hacer: Daniel Cirera tendrá que preguntárselo a Feijóo, Anna Grau a Arrimadas, Collboni a Pedro Sánchez, incluso Colau a Yolanda Díaz. Todo el mundo tiene que consultar menos nosotros.
Ha estado centrada en la cuestión okupación, en La Bonanova. ¿Qué cree que hay que hacer?
Valents no ha descubierto la okupación ilegal de Barcelona en campaña. Llevo presidiendo el distrito de Sarrià-Sant Gervasi durante cuatro años y hemos seguido la cuestión. Algunas fuerzas políticas han visto en esto un filón electoral para crecer en grado de conocimiento. Cuando hago alguna actuación en la plaza de la Bonanova no la hago como candidata, sino como presidenta del distrito y concejal del Ayuntamiento de Barcelona. La okupación es un problema muy grave de convivencia, de retirada de viviendas en el mercado, que influye negativamente en la imagen de la ciudad... Debemos hacer algo.
¿Está de acuerdo en la participación de Desokupa?
Los desalojos los tienen que hacer la policía, especialmente los del Kubo y la Ruïna, porque se trata de gente violenta. El hecho de que aparezca un sector económico como el de las desocupaciones a nivel privado, nos debería hacer reflexionar: es una muestra muy clara de la necesidad de los propietarios de buscar apoyo donde no lo encuentran.
La vivienda es otra de las grandes problemáticas de los barceloneses. ¿Qué propone Valents para solucionar la falta de oferta en la ciudad?
La prioridad es construir, y para ello hace falta entenderte con quien tiene las competencias. Expulsar del mercado con normas extremadamente rígidas a quienes tienen capacidad de construir vivienda es un error. Además, tenemos que eliminar la obligación de reserva del 30%, así como el derecho a tanteo y retracto, empezar a aplicar bonificaciones para la construcción, hablar con el sector empresarial y colaborar con ellos... El problema es que tenemos una demanda altísima para una oferta tan baja. Otro problema que tenemos es la okupación ilegal, y después el urbanismo. La superilla especula inmobiliariamente.
¿Qué se puede hacer para mejorar la seguridad en Barcelona, que es ya uno de los ejes de la campaña electoral?
Nosotros hablamos de la Barcelona de los 10.000 policías. Tenemos escasez de recursos humanos. También hace falta volver a instaurar el respeto al principio de autoridad, donde los políticos tienen un papel muy importante. Además, desde la propia administración debemos hacer cumplir las ordenanzas: el incivismo también forma parte de la inseguridad de una ciudad. El ciudadano tiene derechos, pero también deberes.
Colau le ha declarado la guerra al turismo. ¿Qué propone para este sector con un gran peso en la economía de la ciudad?
Si yo soy alcaldesa, uno de los primeros mensajes que voy a mandar es "bienvenido el turismo a Barcelona". Vivir en una ciudad turística es un beneficio para el propio vecino, porque entonces cuidas las infraestructuras, la cultura, el transporte, la limpieza... Hay que eliminar la moratoria de los hoteles, erradicar el turismo de marihuana y botellón, invertir en oferta cultural... Así como eliminar la sobretasa turística y procurar que la tasa de la Generalitat que se recauda se invierta en Barcelona.
En varias ocasiones se refieren a usted como la “Ayuso catalana”. ¿Se siente cómoda con esa comparación?
Sí. Me horrorizaría que me llamaran la Yolanda Díaz catalana (ríe). Ayuso el otro día decía: "Tengo siete millones de hijos", y me parece una buena frase sobre nuestra idea de gobernar. No hay que gestionar desde el activismo, sino desde la responsabilidad, porque depende de ti mucha gente. Si me definen así es porque han visto en mí alguien que habla sin complejos. No debes dejarte llevar por el ruido, sino que debes generarlo tú.
¿Un alcalde o alcaldesa que le haya gustado como ha gestionado su ciudad en los últimos años en España?
En Vigo están muy contentos con su alcalde: Abel Caballero. Está siempre en la calle como un vecino más y eso es la máxima expresión de que estás haciendo bien tu trabajo.