Durante los últimos dos años, el Partido Popular ha intentado hacernos creer que sus recetas para Badalona son fruto del sentido común. Recetas presentadas bajo un badalonismo supuestamente adogmático y sin ideología, que llegaba para resolver todos nuestros problemas.
La realidad, sin embargo, dista mucho de la que describieron en campaña. En estos casi dos años, han sido incapaces de lograr que el Ayuntamiento funcione, protagonizando situaciones tan ridículas que harían enrojecer a cualquiera. De lo prometido, hasta ahora, nada: ni más seguridad, ni más limpieza, ni mayor agilidad en la gestión municipal.
Lo que sí podemos afirmar es que el servicio de atención a mujeres maltratadas funciona peor, que las personas sin hogar deambulan por la calle tras perder el espacio municipal que les acogía y que las desigualdades siguen siendo la gran tarea pendiente de esta ciudad.
Badalona presenta una disparidad de renta alarmante. En barrios como Sant Roc, la renta media anual apenas alcanza los 6.000 euros. Contamos con cuatro de los veinte barrios más pobres de Catalunya y tres de los barrios con menor nivel educativo, donde hasta un 40% de la población no tiene estudios.
¿Dónde están las declaraciones del alcalde sobre proyectos sociales para quienes más lo necesitan? ¿Alguien puede decirme cuál es la voz de la concejal de Derechos Sociales en Badalona? Porque yo nunca la he escuchado. Y esto es grave.
No debería sorprendernos. Esto es política. Un ámbito en el que las prioridades dependen de la visión del mundo de quien gobierna. Y aquí es donde la ideología se vuelve especialmente relevante.
Es necesario establecer posturas claras ante los problemas que afectan directamente a gran parte de nuestros vecinos y vecinas.
El PP en Badalona habla constantemente de seguridad. Y en este tema es fundamental tener una posición clara. Nosotros la tenemos. Queremos mejorar las condiciones de nuestra Guardia Urbana.
Para ello, es imprescindible reformar la comisaría. Hay que ir más allá de la única reforma realizada hasta ahora: la del despacho del concejal. También es necesario ampliar la plantilla, y es inaceptable que, por la incapacidad de este gobierno, se haya perdido una promoción de agentes.
Además, hay que colaborar con otras administraciones. No entendemos las excusas ni la tardanza del alcalde en convocar la Junta Local de Seguridad.
Sin embargo, hay otros problemas para los que el gobierno municipal no tiene respuesta. No tienen una posición clara sobre las personas sin hogar. Badalona necesita un albergue municipal, pero ellos ni siquiera quieren oír hablar de ello. Tampoco tienen una estrategia para los barrios más vulnerables. Nosotros lucharemos para que la Generalitat canalice recursos económicos y proyectos que dinamicen estas zonas.
En el Gobierno de España, tenemos una posición clara cuando se trata de subir el salario mínimo, aumentar las pensiones o regular los alquileres turísticos. ¿Dónde está el PP de Albiol en todo esto? No lo sabemos.
Lo que sí sabemos es que, desde hace unos días, en Badalona ha expirado la moratoria sobre la regulación de los pisos turísticos, dejándonos en un limbo que solo favorece a los especuladores.
Todos los grupos acordamos prorrogar esta normativa para que el gobierno tuviera tiempo de diseñar una regulación que protegiera la vivienda. Hasta ahora, no han hecho absolutamente nada.
El Partido Popular de Badalona no está en los temas importantes. Está centrado en el marketing de la seguridad. Pero ni siquiera así consigue mejorar los datos. De hecho, desde que gobiernan, el problema ha empeorado. La criminalidad ha aumentado en general, especialmente en delitos como robos con violencia e intimidación o robos en domicilios.
La “receta Albiol” en materia de seguridad no funciona. Es puro cartón piedra. Y debemos explicarlo.
Pero no podemos caer en la trampa de hacer de sus temas nuestros temas. ¿Nos preocupa la seguridad? Sí. Pero también nos preocupan quienes no pueden pagar un alquiler, quienes no llegan a fin de mes, quienes no reciben atención de los servicios sociales por culpa de un ayuntamiento colapsado, y quienes llevan años y años en barracones porque las administraciones no se ponen de acuerdo.
No podemos permitir que, como decía el gran filósofo marxista Antonio Gramsci, las clases dominantes impongan su visión del mundo como la “normal” o “universal”, mientras las clases subalternas la aceptan sin cuestionarla.
Badalona debe tomar conciencia de su propia realidad y ser capaz de ponerle remedio. Y para ello, hace falta algo más que vídeos y tuits. Hace falta gobernar. Y hay que hacerlo desde la izquierda.