José Luis Ayllón fue nombrado secretario de Estado por Mariano Rajoy. Fue su jefe de Gabinete durante seis meses en sustitución de Jorge Moragas. El hoy responsable de Asuntos Públicos y Relaciones con las Cortes de CEOE no se anduvo por las ramas y cuando Rajoy le comunicó que le nombraba dándole una retahíla de tareas le dijo “o sea ahora te interesa más Soria que Siria”.
La guasa de este catalán que picó piedra durante años como diputado en el Congreso y en la maquinaria popular venía a cuento porque Moragas estaba como pez en el agua en política internacional, Siria, y a él le tocaba arremangarse y fajarse en política nacional, Soria. No le dio tiempo, pero eso es otra historia.
Cuento está anécdota porque nuestro alcalde está dispuesto a lidiar en Siria y en Soria.
En Soria, ha presentado buenos números, y nota, en materia de seguridad y en limpieza. Ha llevado adelante reformas que se nos habían atragantado como Las Glorias, la Teixonera o Vallcarca y un sinfín de obras que tienen a Barcelona levantada pero que le lavarán la cara.
En vivienda ha combinado Siria con Soria. Se entregan viviendas -200 las últimas-, se ha propuesto mover el parque de oficinas para dotar de metros al parque de vivienda, se ha conseguido reducir el precio del alquiler y está moviéndose en Europa para conseguir financiación y ha movilizado de entrada a los ediles de 16 capitales europeas.
Tiene una asignatura pendiente: revertir la reserva del 30% que implantó Colau que ni se cumple ni se cumplirá. Tiene su guasa que Colau critique a Collboni en materia de vivienda. Fue patética su comparecencia en la Plaça de Sant Jaume para criticar al alcalde.
No hizo nada y le pone de los nervios que Collboni haya apretado el acelerador. Ahora solo falta tumbar ese 30% de la mano de Junts que algún día tocará con los pies en el suelo y abandonará su burbuja.
La lástima es que no parece que sea pronto. Mezclar el debate de la rebaja del IBI con “chapar” el 30% es un error de bulto.
Pero, el alcalde además de Soria se ocupa de Soria.
Esta semana hemos tenido un interesante debate en el pleno porque Collboni propuso volver a suspender las relaciones con Israel con una proposición para interrumpir las relaciones institucionales con el actual gobierno hebreo hasta que haya un alto al fuego definitivo y se garantice el respeto a los derechos básicos del pueblo palestino, al tiempo que dejará sin efecto de forma temporal el hermanamiento que une a la capital catalana desde 1998 con la capital hebrea.
Collboni revierte así la suspensión de relaciones con Tel Aviv al inicio de su mandato. Pero, hoy la situación ha cambiado. ¿Por qué le cuesta tanto a algunos decir que en Gaza se está produciendo un genocidio y una limpieza étnica?
Las cosas son como son y la extrema derecha israelí quiere anexionar a Gaza pero sin palestinos. No solo con bombardeos se está produciendo el genocidio sino negando el pan y la sal al no dejar entrar, o no repartir, la ayuda humanitaria.
Es inconcebible que Israel utilice los mismos métodos que utilizaron contra el pueblo judío. Haber sido víctimas no les da patente de corso para utilizar las mismas armas.
La masacre de octubre es más que condenable. No tuvo, ni tiene, justificación pero su guerra con Hamás no implica carta blanca para asesinar indiscriminadamente. Collboni no ataca al pueblo judío. Condena los ataques contra la población civil por parte de un gobierno que utiliza la violencia del estado como forma de represión.
Esto no es ser antisemita, es ser antiasesino. Europa y el mundo miran -dicen que- horrorizados lo que está sucediendo en Gaza pero nadie mueve un dedo.
No diríamos lo mismo si los agresores fueran los rusos, como no lo dijimos cuando iniciaron la invasión de Ucrania. EEUU es el primer culpable de esta situación y el Tribunal Penal Internacional debería ser más proactivo con un mandatario que acelera con la guerra para evitar su destitución.
La propuesta salió adelante. Fue interesante ver los votos en contra de la propuesta y a favor de no perseguir los crímenes de guerra y de lesa humanidad cometidos por Israel.
Collboni también está en Siria adhiriendo a Barcelona a los esfuerzos para convocar una cumbre de paz "lo antes posible", como reza el texto presentado.
Puigdemont criticó el cierre de la embajada catalana que realizó Illa y Junts se abstuvo. Fue revelador. El PP también hizo con Israel por poner su antisanchismo por encima de todo.
Esto fue la versión de Siria.