Qué se esconde detrás de ‘Bagdad’, lo último de Rosalía
La nueva canción pertenece al capítulo 7: Liturgia
5 diciembre, 2018 17:32Noticias relacionadas
“Para todos los que les rompieron el corazón y se ahogaron en su pena”, escribe Rosalía en su último post de Instagram para presentar Bagdad, que pertenece al capítulo 7: Liturgia. A continuación hacemos un análisis de su último single, dirigido por el creativo francés Helmi y la productora Division Paris.
¿Por qué Bagdad? Tanto el nombre como la localización son una referencia clara al club de alterne Bagdad, conocido en Barcelona por ser una sala que ofrece striptease y sexo en vivo. En el vídeo se recrea el ambiente del club con rojo e iluminación precaria; mientras Rosalía, con peluca rubia, se contonea por la barra de poledance. Baila y los hombres la miran, todo apunta a que está interpretando a una trabajadora del famoso Bagdad.
El Mal Querer sigue un hilo conceptual y el tema de esta canción es el desamor. El principio del videoclip muestra a una Rosalía que termina el baile erótico, coge el móvil y manda una nota de audio mientras se la ve discutiendo con su pareja, supuestamente. La escena acaba con ella llamándolo “hijo de puta” y marchándose al baño.
Encerrada en un cubículo del lavabo deja caer la primera lágrima de las muchas que vendrán después. No olvidemos la participación de Justin Timberlake en Bagdad con su melodía icónica de Cry me a river, en un ‘sample’ que encaja a la perfección. La canción de Timberlake podemos relacionarla con la melodía que se escucha explícitamente, pero también con el significado; Rosalía literalmente llora tanto como para formar un río. Tanto Rosalía como Justin Timberlake se lamentan de enamorarse de la persona equivocada, “un ángel caído” según dice la cantante.
En esta canción, Rosalía representa a una mujer ahogada por su angustia y pena debido a un mal amor. La mujer no hace nada para evitarlo, pero inundada por sus propias lágrimas encuentra la salvación. La liturgia, ceremonia de culto, acaba con un renacimiento: “el agua que mata es el mismo agua que resucita”. El agua que parecía su muerte se vuelve bautismal cuando Rosalía reaparece en una luz naranja y vestida de blanco, con las palmas juntas. Esta ‘ascensión al cielo’ se asemeja a la Inmaculada Concepción, “La Colosal”, una pintura de Bartolomé Esteban Murillo.
A pesar de que este séptimo episodio llamado Liturgia significa ‘servicio público’, Rosalía no plantea su postura sobre este tema, sino que se limita a exponer situaciones o imágenes punzantes. Como ya hizo con la tauromaquia.