Un joven sentado en el suelo se lleva las manos a la cabeza. Los trastornos mentales son un problema muy actual  / EUROPA PRESS  / EUROPA PRESS

Un joven sentado en el suelo se lleva las manos a la cabeza. Los trastornos mentales son un problema muy actual / EUROPA PRESS / EUROPA PRESS

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Cinco trastornos mentales: atención a estas señales de alerta

Este tipo de enfermedad puede adoptar muchas formas diferentes y afectan a la forma de comportarse, de sentir y de pensar

18 octubre, 2023 23:30

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Una enfermedad o trastorno mental es la alteración del equilibrio físico, psíquico o emocional de una persona que afecta negativamente a su vida normal. La Organización Mundial de la Salud (OMS) explica que este tipo de desórdenes se han incrementado en todo el mundo en los últimos años y eso ha llevado a un mayor afán de investigación.

La salud mental experimenta cambios que afectan a los procesos afectivos y cognitivos, al estado de ánimo, el pensamiento y al comportamiento. Estos problemas suelen ser transitorios pero su estado alcanza el grado de enfermedad mental cuando los síntomas y signos permanecen, provocan estrés en el paciente y afectan a su rutina.

IMPACTO NEGATIVO

Las enfermedades de salud mental no se perciben a simple vista, incluso la persona que la sufre puede no ser consciente de padecerla hasta que se agrava. Sin embargo, su impacto es muy negativo a nivel mental, físico, personal y social.

Estrés, ansiedad, depresión, TOC, trastornos alimentarios y esquizofrenia se encuentran entre los problemas de salud mental más habituales en la sociedad, y algunos de ellos pueden manifestarse desde la infancia o la adolescencia.

ESTRÉS, UN PROBLEMA MUY ACTUAL

Aunque es una reacción natural del organismo ante ciertos estímulos, si no se gestiona adecuadamente puede acarrear consecuencias en la salud. Las causas pueden ser diversas, desde sucesos que ponen en riesgo a la propia persona o a sus seres queridos o cambios importantes en la vida que pueden amenazar la estabilidad emocional o social.

Ansiedad, preocupación, pesadillas, insomnio, bajo estado anímico, sensación de incapacidad o deterioro en el desarrollo de las tareas diarias son sus síntomas más comunes, aunque si está causado por exigencias o presiones externas, las señales son problemas de atención, desorientación, pérdida de memoria e hiperactividad.

Un tratamiento adecuado tiende a disminuir sus efectos y, además, proporciona herramientas, hábitos y conductas para aliviarlos, como realizar ejercicio y técnicas de relajación, incorporar el mindfulness o mejorar la gestión del tiempo.

ANSIEDAD: RESPUESTA EMOCIONAL 

La ansiedad, para la que existen terapias y medicación específicas, se define como una respuesta emocional a situaciones amenazantes. Pueden ser reales o también una percepción y, en este caso, se denomina ansiedad patológica o desadaptativa, y puede aparecer de forma repetida causando angustia, inquietud o malestar.

Los síntomas más comunes de la ansiedad son aumento del ritmo cardiaco, problemas digestivos, sudoración excesiva, problemas respiratorios, mareos, pensamiento irracional o negativo.

DEPRESIÓN: SÍNTOMAS FÍSICOS Y MENTALES

Los indicios de la depresión, que no conviene confundir con la tristeza, pueden ser bajo estado de ánimo, pérdida de interés por las aficiones e incluso la familia y el trabajo, dificultad para concentrarse aplazar, decisiones, cambios evidentes de peso o de apetito, insomnio, sensación de culpabilidad o pensamientos de suicidio, en el peor de los casos.

El Doctor Francisco Costas, médico psiquiatra de la Unidad de Psiquiatría y Psicología del Hospital Universitari General de Catalunya del grupo Quirónsalud señala que “se estima que una de cada cinco personas sufrirá depresión a lo largo de sus vidas, y afecta al doble de mujeres que de hombres”. El doctor Costas añade que "muchas veces pueden pasar años, y es posible que los síntomas no lleguen a remitir del todo, por lo que es muy importante acudir lo antes posible a un especialista en salud mental".

Doctor Francisco Costas / QUIRÓNSALUD

Doctor Francisco Costas / QUIRÓNSALUD

Desde la pandemia, el número de casos de enfermedades que afectan a la salud mental ha aumentado entre la población infantil. El especialista concreta que "se manifiestan cambios en el humor, en el pensamiento y en la actividad que conllevan un impacto negativo en el funcionamiento del niño o adolescente".

Igualmente, la depresión en la infancia puede afectar a nivel afectivo, causando aislamiento y ansiedad; cognitivo, provocando despistes o problemas de concentración; y físico, como inquietud, cansancio o incluso dolores abdominales o de cabeza.

TOC: QUÉ ES Y CÓMO RECONOCERLO

El trastorno obsesivo compulsivo, más conocido por sus siglas TOC, es un tipo de ansiedad que se identifica por la presencia de una serie de obsesiones o compulsiones, o ambas. Esto obstaculiza el desempeño de las tareas, y, a su vez, provoca malestar y una pérdida de tiempo de más de una hora al día.

El doctor Costas explica que “las obsesiones son pensamientos, impulsos o imágenes mentales recurrentes y persistentes que se experimentan en algún momento del trastorno como intrusivos o inapropiados, y causan ansiedad y malestar". Frente a esto, la persona con TOC suele tratar de ignorarlos o sustituirlos por otros pensamientos o actos.

En cambio, las compulsiones se refieren a una serie de rituales o reglas que la persona con TOC siente la obligación de realizar continuamente, como contar números en silencio o repetir palabras, o también conductas, como organizar objetos o hacer una serie de comprobaciones. “El objetivo de las compulsiones es reducir el malestar y la ansiedad o prevenir algún acontecimiento negativo, aunque no estén conectadas de forma realista con lo que pretenden neutralizar o prevenir”, apunta el doctor Costas.

En general, una persona con TOC percibe estas sensaciones como absurdas o carentes de lógica, pero en casos graves “la persona está completamente convencida de la veracidad de sus contenidos obsesivos. Un ejemplo es la creencia de que si no cuenta los coches rojos que pasan por la calle puede ocurrir una desgracia a su familia", añade el especialista.

ANOREXIA, BULIMIA Y TRASTORNO POR ATRACÓN

Algunos trastornos de conducta alimentaria se consideran problemas graves de salud mental, ya que afectan a la actitud frente a la comida haciendo que la persona tienda a comer muy poco o demasiado en periodos cortos de tiempo.

El doctor Costas explica que “como consecuencia, se puede comer mucho menos o mucho más de lo necesario, algo que puede provocar problemas de salud como enfermedades cardíacas y renales, o incluso la muerte”.

Por eso, es fundamental pedir ayuda profesional cuanto antes, y abordarlo de forma adecuada. Costas hace hincapié en que “el tratamiento para los trastornos alimentarios puede incluir tanto psicoterapia individual, como grupal o familiar, asesoramiento nutricional y, en algunos casos, medicamentos, atención médica y monitoreo”.

Las personas con anorexia comen muy poco o se restringen alimentos; la bulimia provoca atracones de comida que se intentan compensar con vómitos, laxantes, ayuno o ejercicio y el Trastorno por atracón genera culpabilidad, vergüenza o angustia.