Los peligros del verano: del temido golpe de calor al corte de digestión

El verano ya está aquí y el calor comienza a venir en oleadas, con temperaturas máximas dispuestas a batir récords. Las autoridades sanitarias insisten en la necesidad de hacer frente al ascenso de los termómetros para evitar situaciones de riesgo que puedan poner en peligro la salud, como el agotamiento, el golpe por calor o la insolación.

Es importante conocer los síntomas de estos problemas para actuar de forma rápida y efectiva y minimizar riesgos para la salud, como el agotamiento, el dolor de cabeza, náuseas, mareos, vómitos, dolor de cabeza, cansancio, sudoración, piel fría, pálida o húmeda, fiebre, o pulso rápido y débil.

A QUIÉN AFECTA MÁS

Las elevadas temperaturas pueden tener un serio impacto en la salud, sobre todo para grupos de riesgo (niños y niñas, adultos mayores de 65 años con enfermedades crónicas como cardiovasculares, respiratorias, diabetes y obesidad). Los efectos van desde deshidratación, golpes de calor o complicaciones, hasta un aumento de la mortalidad y se aconseja tener cuidado con el cansancio extremo, los calambres y las erupciones cutáneas.

“En las edades extremas de la vida (recién nacido y personas de edad avanzada) que son las que tienen más riesgos, el golpe de calor y la deshidratación son el mayor problema”, advierte el doctor Fernando Cereto, Adjunto del Servicio de Medicina y director de la Unidad de Ensayos Clínicos de Hospital Quirónsalud Barcelona, quien pone en alerta también a “personas con tensiones bajas y en pacientes hipertensos, a los que en muchas ocasiones hay que disminuir la medicación”.

RECOMENDACIONES

Para contrarrestar los perniciosos efectos de estas situaciones extremas, se deben llevar a la práctica una serie de recomendaciones. “Evitar la exposición al sol de forma directa; beber líquidos de forma abundante para evitar la deshidratación y, además reemplazar la sal”, son los principales consejos del doctor Cereto.

“Al menor síntoma de cansancio o mareo, hay que retirarse a un lugar fresco y ventilado, cubrirse adecuadamente la piel, la cabeza y los ojos con ropa, sombreros o gorros y gafas de sol, además de llevar ropa ligera que permita la transpiración”, añade.

EL TEMIDO GOLPE DE CALOR

El golpe de calor es la forma más grave de lesión provocada por las altas temperaturas, generalmente como consecuencia de la exposición prolongada al sol. Puede perjudicar rápidamente el cerebro, el corazón, los riñones e incluso producir lesiones musculares. El daño empeora cuanto más se retrasa el tratamiento, lo que aumenta el riesgo de sufrir complicaciones graves o la muerte. Por ello requiere tratamiento de urgencia.

“Hay que tomar medidas para enfriar a la persona afectada mientras llega ayuda médica: llevar a la persona a la sombra o a un ambiente cerrado, quitarle el exceso de ropa y enfriarla con cualquier medio disponible (bañera con agua fría o en una ducha fresca, abanicarla…). Si está consciente hay que darle de beber agua fresca en pequeños sorbos para que le ayude a bajar la temperatura corporal”, enumera el doctor Cereto.

CÓMO ENCARAR UN CORTE DE DIGESTIÓN

El corte de digestión es otra de las consecuencias derivadas de las altas temperaturas. Si se da un choque de temperaturas muy extremo al entrar en contacto el cuerpo con agua fría, la sangre tiende a repartirse por todo el organismo para compensar el cambio brusco de temperatura, desembocando en el típico corte de digestión. Los síntomas incluyen dolor de estómago, mareos y náuseas, descenso de la presión arterial, escalofríos, visión borrosa, piel pálida y pitidos en los oídos.

Un corte de digestión se agrava al hacer ejercicio, ingerir una abundante cantidad de alcohol o bañarse después de una comida copiosa, “en especial cuando el agua esté muy fría o si la temperatura corporal es más elevada de lo normal”. “A mayor contraste de temperatura la reacción del organismo es más exagerada. Si encontramos una persona que sufre un corte de digestión en el agua, es muy importante sacarlo, colocarlo con las piernas en alto para prevenir una lipotimia, y vestirla o taparla con una manta para mantener su calor corporal mientras se avisa a los servicios de emergencias”, concluye el internista de Quirónsalud.