Imagen de archivo del bar Antic Teatre / ANTIC TEATRE
El Antic Teatre será municipal: Barcelona lo compra por más de un millón para blindar su futuro cultural
El Ayuntamiento expropiará el local donde funciona este espacio independiente de artes escénicas para asegurar su continuidad como equipamiento público
Más información: El Antic Teatre del Gòtic, pendiente de la expropiación del Ayuntamiento que lo salvará
Noticias relacionadas
El Antic Teatre dejará de caminar sobre la cuerda floja. El Ayuntamiento de Barcelona ha aprobado este lunes la compra del local que alberga este espacio independiente de creación escénica, situado en el número 12 de la calle Verdaguer i Callís, en el barrio de Sant Pere, Santa Caterina i la Ribera.
La operación, dotada con 1,06 millones de euros, permitirá expropiar los espacios que actualmente ocupa el centro cultural —planta principal, altillo, patio y edificio de acceso— y garantizar su continuidad bajo titularidad municipal.
El Antic Teatre del Gòtic
Con este paso, el consistorio quiere dar carpetazo a años de incertidumbre sobre el futuro del Antic, un bastión de la creación contemporánea en uno de los barrios más densamente poblados y patrimonialmente frágiles de la ciudad.
“Es un compromiso con la cultura arraigada al territorio”, ha defendido el gobierno municipal tras aprobar la dotación en Comisión de Gobierno.
Protección patrimonial y uso garantizado
El edificio donde se encuentra el Antic Teatre forma parte de una finca de seis plantas en régimen de propiedad vertical, pero la actuación se limita a los espacios directamente vinculados a la actividad cultural.
Todos ellos están calificados como equipamiento de carácter local y cuentan con protección patrimonial desde la modificación del Plan General Metropolitano aprobada en abril de 2023.
Imagen de archivo del Antic Teatre
Es decir, no podrán destinarse a otro uso que no sea el cultural, tal como establece también el Plan de Usos de Ciutat Vella.
Una red de espacios culturales blindados
Más allá del caso concreto, la medida se inscribe en una estrategia de largo recorrido para blindar espacios culturales emblemáticos en peligro de desaparición por la presión inmobiliaria.
El Ayuntamiento pone así al Antic en la misma liga que El Molino, el Teatro Arnau, la Sala Paral·lel 62 o el Capitol: piezas clave de un ecosistema cultural que no quiere dejarse devorar por la especulación.