Aigües de Barcelona apuesta por la digitalización de los servicios para combatir el cambio climático
La empresa suma sinergias con la AMB y la ACA para impulsar el proyecto RESSONA, que pretende acelerar la resiliencia y la sostenibilidad del ciclo urbano del agua
13 febrero, 2023 12:46Noticias relacionadas
Aigües de Barcelona apuesta por la digitalización de los servicios para combatir el cambio climático. Para ello, ha sumado sinergias con el el Área Metropolitana de Barcelona (AMB) y la Agencia Catalana del Agua (ACA) para impulsar el proyecto RESSONA, que quiere contribuir a la mejora de la sostenibilidad y la resiliencia del ciclo urbano del agua, también durante episodios como la sequía o las inundaciones, a través del impulso de la transformación digital.
Por ello, la empresa ha solicitado al Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITERD) una subvención de 10 millones de euros en el marco de la primera convocatoria de proyectos del PERTE Next Generation de digitalización del ciclo del agua, que cubriría el 50 % del presupuesto del proyecto. Así, se podría acelerar el despliegue de soluciones para la protección del medio ambiente, la adaptación al cambio climático y la mitigación de sus efectos, así como la mejora de las ciudades y la calidad de vida de las personas.
MEJORAS EN DISTINTOS EJES
El proyecto aporta mejoras en los siguientes ejes: resiliencia hídrica, para incrementar los recursos hídricos locales del territorio; eficiencia hidráulica y energética en el abastecimiento de agua potable; consumo sostenible, para fomentar el uso responsable a través de los sistemas de telelectura; eficiencia y sostenibilidad en el saneamiento, para minimizar riesgos de inundación y de vertido; monitorización en tiempo real del caudal y la calidad de los vertidos, para proteger las diversas fuentes de abastecimiento de agua, y transparencia y gobernanza, para integrar la información de valor de los diversos sistemas del ciclo del agua en favor de una mayor transparencia y una mejor planificación estratégica en la gestión del ciclo del agua.
Además, los objetivos específicos del proyecto prevén, entre otras acciones, el despliegue de sistemas digitales disruptivos. Son un ejemplo de ello las soluciones de monitarización avanzada de la recarga del acuífero del delta del Llobregat y de la red de abastecimiento de agua potable o la implementación de gemelos digitales, un sistema de modelado y simulación en línea de la red de transporte y distribución de agua para minimizar las pérdidas.
CONOCIMIENTO CLIMÁTICO Y DIGITAL
El proyecto también plantea acciones de divulgación, capacitación e implicación para fomentar, a través del conocimiento climático y digital, la transformación para la resiliencia y la sostenibilidad del ciclo del agua que sea también germinadora de progreso social.
Está previsto que el proyecto se inicie el próximo mes de julio, con una duración estimada de dos años y medio. Aigües de Barcelona considera clave la transformación digital de los servicios del ciclo urbano del agua para acelerar la transición hacia un servicio que se adapte, de manera sostenible, a los riesgos climáticos actuales y futuros del AMB. Además, es primordial que impulse la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero y la implicación de sus grupos de relación.
PROBLEMA ESTRUCTURAL
En la región metropolitana, el déficit hídrico es un problema estructural, con una escasez de precipitaciones propia del Mediterráneo que ahora se ha visto agravada por el impacto de la emergencia climática: temperaturas más altas y pluviometría más irregular. En definitiva, menos agua para cubrir las necesidades de una población de cerca de 3,5 millones de habitantes.
La ACA, que el pasado 22 de noviembre decretó la alerta por sequía en la cuenca del Ter-Llobregat, estima que el déficit hídrico actual en la región metropolitana es de 2 m3/s, equivalente a 60 hm3 al año. Un déficit que se duplicará en el año 2027 (4 m3/s y unos 125 hm3 anuales) y llegará a 6 m3/s en el 2039 (aproximadamente 190 hm3 al año).
ANTES DEL 2030
Asimismo, se debe garantizar que las regiones aborden la adaptación a estos nuevos escenarios de escasez hídrica contribuyendo al cumplimiento de los compromisos climáticos internacionales en cuanto a mitigación de los efectos del cambio climático por alcanzar antes del 2030, como por ejemplo la reducción del 55 % de las emisiones de gases de efecto invernadero.
Ante estas evidencias y previsiones, el proyecto RESSONA quiere ser una "palanca de transformación" para asegurar la disponibilidad de un recurso escaso y necesario como es el agua en el AMB.