Ya es posible eliminar el sudor axilar de forma permanente

El sudor es una patología que afecta gran parte de la población que puede llegar a provocar ansiedad y problemas de autoestima en aquellos que lo sufren en exceso. Se calcula que más de un millón de españoles padecen esta afección dermatológica cuyas consecuencias alteran su calidad de vida, y les puede llegar a generar capítulos de estrés.

Esta sudoración excesiva e incontrolable (hiperdrosis) se define como el exceso de sudoración que se produce de forma espontánea, sin la necesidad de ser causada por las altas temperaturas o situaciones que puedan ocasionar una importante tensión emocional o física.

Una función natural

El sudor cumple una función fisiológica necesaria para regular la temperatura corporal, y enfriar el cuerpo a través de la evaporación de agua. Sin embargo, puede ser un problema en personas que transpiran en exceso.

El sudor es un fluido corporal inherente a nuestro organismo, apunta el doctor José María Ricart, director médico de IMR en el Centre Mèdic Quirónsalud Aribau. Producido por las glándulas sudoríparas principalmente en axilas, manos y pies se expulsa a través de la piel cumpliendo la función de regular la temperatura corporal. Es por tanto una acción natural, pero que en exceso se convierte en patología. De hecho, tres de cada diez personas padecen hiperhidrosis.

El tratamiento más efectivo

Si bien hasta hace poco eliminar el exceso de sudor solo era posible con cirugía o técnicas con efecto limitado como la inyección de toxina botulínica, ahora, existe una técnica que reduce la hiperhidrosis en un 85%. Es una solución innovadora con la que es posible reducir en un alto porcentaje la sudoración axilar. Es rápida y segura y no conlleva efectos secundarios y no altera la rutina diaria.

Se trata de Miradry, un método de alta tecnología aprobado por la FDA (Agencia Americana del Medicamento) que destaca como solución más precisa para eliminar las glándulas sudoríparas y odoríparas (la sudoración excesiva y el mal olor).

Una técnica precisa y segura

Esta técnica elimina de forma permanente el sudor y olor axilar mediante energía electromagnética al llegar a las capas más profundas de la piel para eliminar los problemas de sudoración y olor axilar de forma inmediata, permanente y segura.

"Actualmente es posible combatir el sudor con esta técnica mínimamente invasiva que permite que todas las personas que padezcan exceso de sudoración u olor axilar puedan eliminarlo de forma inmediata", afirma el doctor Ricart.

¿Cómo funciona?

En concreto, apunta el especialista de Quirónsalud, este tratamiento proporciona una energía controlada de forma no invasiva en la zona donde se encuentran las glándulas sudoríparas. La energía calienta y elimina las glándulas sudoríparas, que no vuelven a crecer ni se regeneran, hay una reducción duradera de sudor y el olor axilar. Además, el sistema de refrigeración Miradry protege la piel durante el tratamiento.

La principal ventaja de este mecanismo se halla en que emite energía electromagnética que alcanza las capas más profundas de la piel y que realiza una destrucción selectiva de las glándulas sudoríparas. Esto significa que solo elimina un 2% de las glándulas, imprescindibles Para tratar la alteración, ya que el resto son necesarias para que el organismo transpire y elimine toxinas.

Sin cirugía y sin efectos secundarios

Cualquier persona mayor de edad puede realizar el tratamiento, explica el Dr. Ricart. Éste no requiere quirófano y se realiza en consulta. Es una técnica muy rápida e indolora, aunque sí, se administra anestesia local en el área a tratar para evitar molestias innecesarias.

La sesión dura entre hora y hora y media y permite retomar la rutina del día a día sin padecer efectos secundarios más allá de la posible irritación que provoca cualquier dispositivo láser. El tratamiento puede realizarse en cualquier época del año, incluso en verano.

Resultados de larga duración

Los resultados tras la realización del tratamiento son de larga duración. Tal y como pasa con otros tratamientos dermatológicos, el resultado dependerá siempre del tipo de piel y de la reacción del organismo de cada persona.

Además, los pacientes dejan de sudar a partir de la primera semana y los especialistas recomiendan esperar entre uno y dos meses para realizar la segunda sesión, que es el mínimo de sesiones aconsejado para conseguir la eliminación permanente del sudor.